La "puñalada" de un abogado para que vea la luz el dosier secreto del procés
Indignación en el PNV. Sin avisar, el letrado de Jordi Sánchez ha citado a declarar en el Supremo a Urkullu. El lendakari guarda las claves de las horas más "calientes" del 155.
El cabreo en el Palacio de Ajuria Enea es más que notable y no se oculta. El lendakari se ha enterado por la prensa de que deberá acudir al Tribunal Supremo para declarar como testigo en el juicio del procés.
Y no es un testigo cualquiera. Íñigo Urkullu guarda en un cajón de su despacho el dosier más secreto del 1-0. El que recoge las horas decisivas y frenéticas del día en que la democracia española atravesó su momento más complicado después del golpe del 23-F.
"A traición". "Un golpe bajo". De esta forma tan gráfica se expresa a ESdiario un dirigente del PNV para explicar el malestar que reina en el Ejecutivo vasco tras conocer la maniobra de Jordi Pina, el abogado del líder de la ANC, Jordi Sánchez, y del exconsejero Josep Rull. El letrado ha llamado a declarar a Urkullu en calidad de testigo en el juicio que va a comenzar en el Supremo.
Esta fuente confirma que Urkullu no fue avisado previamente y que se ha enterado por la prensa. Una prueba más de la gélida relación que el PNV mantiene con Puigdemont, Torra y la actual cúpula de Junts per Catalunya. No así con el PDeCAT, cuyo líder David Bonheví ha sido recientemente invitado de los nacionalistas vascos.
El problema es que Urkullu, como testigo, está obligado a decir verdad y a acudir sin abogado. Y por su teléfono y email pasaron las horas, y las decisiones clave del desenlace del procés.
Una larga comida con cinco empresarios catalanes en la víspera de la jornada clave, varias llamadas a dos bandas -a Puigdemont y a Rajoy- para evitar la declaración de independencia y la aplicación del 155, varios emails desesperados conocida la traición de Puigdemont a sus propios compromisos de adelantar los comicios, el papel del Rey Felipe VI...
Un dosier secreto que el independentismo pretende sacar a la luz con una maniobra que en el PNV no ha gustada nada.