Las víctimas, contra la fiesta al jefe que dirigía ETA cuando mataron a Blanco

Mikel Antza era el líder de ETA cuando Miguel Ángel Blanco fue asesinado, secuestraron a Ortega Lara y trataron de acabar con la vida de José María Aznar. Ahora queda en libertad tras cumplir condena en Francia y las organizaciones abertzales y proetarras quieren recibirlo como un héroe en el País Vasco. Pero las víctimas de ETA no lo van a consentir.

La organización Dignidad y Justicia ha presentado ya una denuncia en la Audiencia Nacional en la que solicita que se investigue si se está fraguando un homenaje en el País Vasco, especialmente en Bilbao, al histórico dirigente etarra a fin de que se impida como constitutivo de un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas.

La denuncia, registrada esta semana y que ha recaído en el Juzgado Central de Instrucción número 1, pide así que se adopten diligencias "en aras de prohibir cualquier acto de recibimiento, bienvenida o loa" ya que conforme la jurisprudencia nacional y europea que recuerda la asociación en su escrito, "el homenaje constituiría un acto de exaltación a ese currículum delictivo" que ostenta el que fuese máximo responsable del aparato político de ETA.

En concreto, pide al juez que libre oficio tanto a la Unidad Central de Inteligencia (UCI), como al Servicio de Información de la Guardia Civil y a la Policía Autonómica Vasca para que informen sobre la fecha prevista de entrega a España del etarra y de si conocen de la existencia de algún acto previsto para recibirle o rendirle homenaje tras su llegada.

Asimismo, quieren que el Juzgado recabe información sobre quién o quiénes estarían organizando esa bienvenida y/u homenaje y si intervienen en el mismo instituciones públicas o privadas de la localidad y una vez determinados estos extremos, "se prohíba la realización de cualquier acto de loa y homenaje".