El padre de Julen, roto por el dolor y la culpa: "Me maldigo. Maldigo ese día"
"Cierro los ojos y solo veo el pozo", afirma José Rosello, que está siendo arropado junto a su esposa por amigos y familiares para que traten de recomponer su vida.
José Roselló, el padre de Julen, el niño de 2 años que falleció tras caer por un pozo a las afueras del pueblo malagueño de Totalán,está intentando reconducir su vida con la ayuda de amigos, que intentan que "piense en otra cosa", aunque sigue aplastado por el dolor y la culpa. "Yo cierro los ojos y veo lo mismo: el pozo", afirma.
"Me maldigo. Maldigo ese día. En qué mala hora fui yo allí. Ya no volveré a ir más al campo, ni me comeré un plato de paella", ha declarado al diario Sur en una entrevista con la que ha tratado de trasladar públicamente su agradecimiento a las personas que participaron en el rescate de su hijo.
Roselló no quiere que "quede la queja" de su última aparición ante los medios de comunicación, cuando exigió desesperado más recursos para localizar a Julen. Ahora desea hacerlo "para dar las gracias". "Nos hemos sentido muy arropados; aunque el dolor no me lo quite nadie, estaré eternamente agradecido", expresa el padre del pequeño, que asegura que él y su mujer, Vicky, se han sentido "muy arropados" y también han leído "emocionados" todos los mensajes de apoyo que les han llegado desde España y otros países.
Ambos tratan de volver lo más tarde posible al domicilio familiar, la vivienda que le cedió una tía de ella en la barriada malagueña de El Palo, a la que se trasladaron tras el fallecimiento de su primer hijo, Óliver, en 2017.
"Antes vivíamos con mi familia, pero cuando nos pasó lo de Óliver nos tuvimos que ir porque todo eran recuerdos. Y ahora igual. Entras y empiezas a ver muñecos, pelotas...Llevamos tres o cuatro días quedándonos en la de un amigo y solo vamos a la nuestra para dormir", narra el padre de Julen.