Felipe irrumpe en la crisis del PSOE y destroza a Sánchez con su advertencia
La Fundación del expresidente difunde un vídeo que desmonta y hunde la estrategia de La Moncloa y su polémico relator. Sigue los pasos de Guerra y de Rodríguez Ibarra.
La Moncloa y Ferraz han tratado a lo largo de todo este jueves de atajar de raíz la rebelión de medio PSOE contra el mediador -el ya famoso y cuestionado "relator"- que Pedro Sánchez ha decidido aceptar para el diálogo de su Gobierno con los independentistas.
El malestar de los barones no ha bajado de decibelios, veinticuatro horas después, pero eso sí la proximidad de la cita con las urnas y la elaboración en marcha de las listas electorales para los comicios de mayo imponen una tregua.
Y es que quien más, quien menos depende del Comité Federal -que tiene cita este mes- y del Comité de Listas que controla sin contrapeso alguno el sanchismo. Tal vez por eso, este jueves, ministros, presidentes autonómicos y dirigentes territoriales han optado por un significativo silencio.
Pero hay un sector que ni Sánchez ni su delegada en este asunto espinoso, Carmen Calvo, controlan, el de la llamada vieja guardia socialista, que en privado y en público claman contra la deriva del actual PSOE. Este jueves fueron Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y, por persona interpuesta -Soraya Rodríguez-, Alfredo Pérez Rubalcaba. Veinticuatro horas después, a ese carro se ha sumado Felipe González.
Y el expresidente y exsecretario general ha irrumpido en el debate sobre el relator y la gestión de la carpeta catalana con toda solemnidad. Con un vídeo expresamente difundido para la ocasión por su propia fundación.
"¿Para qué necesitamos un notario que certifique lo que se dice o los convoque cuando en el Parlamento sobran los notarios, asesores jurídicos, gente que toma notas, por qué la Generalitat no hace funcionar al Parlamento, sede natural del encuentro entre partidos y de las posibilidades de diálogo?", denuncia González, haciendo suyo el discurso apuntado hace horas por Alfonso Guerra.
El antecesor de Sánchez en la Secretaría General advierte además que con la negociación en torno a esa supuesta mesa de partidos, el Gobierno y la Generalitat entran en "un juego muy delicado" en el que interfieren "en la autonomía de los partidos que tienen su representación en el parlamento".
Alerta González, esta mesa de partidos -sea de ámbito catalán o estatal- es totalmente innecesaria "salvo que se pretenda degradar institucionalmente, lo cual es muy peligroso para el funcionamiento de la democracia, el valor del Parlamento en Cataluña" y el del conjunto del Estado en Madrid.
La voz alzada de los más insignes portavoces del viejo PSOE es a la que PP y Ciudadanos están apelando -y así lo plantean hacer en la campaña electoral- para llamar al voto desencantado del simpatizante tradicional del partido del puño y la rosa.
400.000 de ellos se quedaron en casa en las andaluzas, aterrorizados por la complicidad de Sánchez con sus socios de moción de censura. Y para ellos, Felipe o Guerra siguen siendo las voces más autorizadas del socialismo español.