El vídeo contra la Guardia Civil ve la luz y contradice a las defensas en el TS
Es el momento decisivo para demostrar la prueba de la rebelión. Los testigos claves para destapar la violencia que el independentismo ejerció en el procés.
El juicio del 1-O atraviesa la fase decisiva, en el tramo de las pruebas testificales, para demostrar si hubo o no violencia durante el procés, imprescindible para que la Fiscalía pueda apuntalar ante el Tribunal Supremo su acusación de rebelión.
Por eso, los testimonios del exsecretario de Estado, José Antonio Nieto; del exdelegado del Gobierno en Cataluña, Enric Milló; o del mando único aquellas fechas, el coronel Diego Pérez de los Cobos, van a ser determinantes para el futuro penal de Junqueras y compañía.
Y en este marco, la Asociación Pro Guardia Civil ha vuelto a difundir este martes en redes sociales un vídeo en el que se aprecia que "sí hubo patadas en la cabeza a guardias civiles" por parte de grupos afines al independentismo que rechazaban las actuaciones en torno a la celebración del referéndum del 1-O suspendido judicialmente.
"Sí; sí hubo patadas en la cabeza a guardias civiles", encabeza su mensaje en Twitter la APROGC, asociación profesional con representación en el Consejo de la Guardia Civil.
En el tuit se enlaza a un vídeo con la actuación de la Guardia Civil en el centro de votación de Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona), lo que derivó en varias detenciones días después por los delitos relacionados con atentados contra la autoridad, resistencia, desobediencia y amenazas.
La Guardia Civil informó que el 18 de octubre se había identificado y detenido a un hombre de 22 años como el autor de la patada que el 1-O por la tarde propinó contra un agente del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) que estaba procediendo al arresto de un individuo que, a su vez, también acababa de propinar una patada a otro guardia civil que había caído al suelo.
"En ese momento", explicaba la Guardia Civil, "se aproximó este individuo y sin mediar palabra propinó una fuerte patada a uno de los guardias civiles que se encontraban deteniendo a la otra persona, huyendo a continuación".
Este mismo martes, el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo se ha referido durante su declaración a la "trampa del Fairy" como uno de los tipos de agresión que sufrieron los agentes que participaron en el dispositivo del 1-O.
Según su declaración como testigo, consiste en verter detergente para que el agente resbale y caiga al suelo "y luego les patearan la cabeza".
A preguntas del fiscal Javier Zaragoza, Millo ha recordado como a partir del 2 de octubre estuvo visitando a los funcionarios alojados en los barcos que atracaron en el Puerto de Barcelona porque "tenía interés en conocer la impresión de lo que habían vivido", y ha calificado sus testimonios de "estremecedores".