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Así fue la angustiosa escapada de la secretaria judicial del 20-S por la azotea

El tribunal escuchando la declaración de la secretaria judicial

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Montserrat del Toro, la letrada del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que comandó la comisión judicial que motivó la masiva concentración del 20 de septiembre de 2017 frente a la Consejería de Economía de Cataluña, ha narrado ante la sala del "procés" en el Tribunal Supremo los detalles de su estrambótica y angustiosa salida del edificio por los tejados y un teatro aledaños. Ha manifestado que "tuvo miedo, como cualquier ser humano" ante la insólita situación.

La funcionaria ha relatado como miles de personas comenzaron a congregarse en las inmediaciones desde primera hora de la mañana. Gritaban por megafonía "No saldrán", "No pasarán" y "Votaremos". Hubo una avalancha contra las puertas del edificio, "se asustó" y lanzaron objetos, botella, contra los cristales.

Subió a la azotea, hizo fotos y vio "un mar de personas", "capas de cabezas". La comitiva judicial estaba acorralada y no podía salir. Se plantearon pedir un helicóptero, pero había muchas antenas en el edificio y la opción era inviable.

Jordi Sánchez "no podía hacer nada"

La secretaria judicial llamó entonces al magistrado de la causa, el fallecido Juan Antonio Ramírez Sunyer: "Sácame de aquí, no hay salida". "Haré lo que pueda", contestó el juez instructor. Los Mossos plantearon entonces una salida a la funcionaria después de que el magistrado contactase con el entonces mayor del cuerpo, Josep Lluís Trapero.

El entonces presidente de la ANC, Jordi Sànchez, aseguró a la Guardia Civil que "no podía hacer nada" para que la multitud se marchara.

La funcionaria tuvo que subir a la azotea, saltar un muro y descolgarse al teatro colindante. Una vez allí, se tuvo que convencer al responsable del teatro, que dudaba en colaborar, para que facilitaran una salida a la secretaria judicial.

Finalmente, pasadas las 12 de la noche, salía corriendo y huía en un vehículo de los Mossos "sin logotipos". A preguntas del fiscal Javier Zaragoza, aseguraba que sintió "preocupación y miedo".