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La Guardia Civil deja al descubierto la siniestra 'Constitución' independentista

La ‘carta magna’ que preparó el independentismo prohibía los partidos contrarios a la República de Cataluña, según el último informe de la Guardia Civil para la investigación judicial.

El Parlament de Cataluña, durante el mandato de Puigdemont

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La república catalana iba a contar con una 'Constitución' y unas ‘leyes orgánicas’ de los más radicales que, por ejemplo, negaban la nacionalidad a funcionarios, policías, guardias civiles y militares, preveían la incautación de todos los bienes del Estado en Cataluña y fijaba severas medidas contra el uso del idioma español.

De acuerdo con la documentación incautada por la Guardia Civil al exjuez Santiago Vidal, cuyas revelaciones sobre las estructuras de Estado de la Generalitat dieron pie a la investigación del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, los funcionarios del Estado serían conminados a renunciar a su trabajo en un plazo máximo de seis meses para obtener la ciudadanía catalana, una nacionalidad que sería negada en todo caso a militares, policías nacionales y guardias civiles nacidos fuera de Cataluña.

Además, la 'ley de leyes' diseñada por Vidal y otros juristas catalanes, contemplaba la prohibición de los partidos que se opusieran a la existencia de Cataluña como Estado o que fueran contrarios a la 'Carta Magna' republicana, en previsión de que un proceso de similares características al separatista pudiera revertir la independencia. Así constaba en el título segundo: "Se permitirá la existencia de todo tipo de participación política siempre y cuando su programa electoral no vaya contra la existencia de Cataluña como Estado ni contra esta Constitución".

Liquidar el "españolismo violento"

Vidal y sus colaboradores no dejaban casi ningún detalle al descuido, de manera que preveían también una disposición derogatoria de la monarquía y la anulación de todos los títulos nobiliarios concedidos desde el año 1700.

El control del territorio también era un asunto de gran interés para Vidal, por lo que apuntaba a la necesidad de crear un ejército aparte de los Mossos, así como una unidad de inteligencia para combatir el "españolismo violento".

El material incluye también propuestas para prohibir el español en la enseñanza pública, así como su erradicación social y la pérdida de su carácter cooficial en Cataluña. Entre los papeles relativos a las estructuras de Estado, se acentuaba el papel de la escuela y los medios para fomentar "el sentimiento de pertenencia al nuevo Estado".