La trampa en la que han caído Pedro Sánchez : Susana le da de su propia medicina

Se venía fraguando desde hace tiempo. Justo desde el momento en que José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, enseñó la puerta de salida a Susana Díaz, tras su debacle electoral en las autonómicas de 2-D. Pero, como dice el viejo refrán, "la venganza es un plato que se sirve frío".

Ferraz, es decir, Pedro Sánchez, Adriana Lastra y el citado Ábalos, han caído en su propia trampa. Y han recibido de su propia medicina. Y es que la militancia, la del PSOE andaluz, ha hablado. Y bien claro: no quiere ni en pintura como cabezas de lista a los ministros y dirigentes sanchistas que el líder quiere imponer.

Así que ni la titular de Hacienda, María Jesús Montero; ni el de Agricultura, Luis Planas; ni el de Cultura, José Guirao; ni el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, han encontrado -de momento- acomodo en puestos de salida para las listas del 28-A.

La trampa en la que ha caído Sánchez y su equipo es la misma que el propio líder tendió al susanismo en las primarias que antecedieron al 39 Congreso Federal. "Que hable la militancia", exigió el ahora presidente. Y añadió más: ni la Ejecutiva, ni los aparatos ni los barones territoriales están autorizados a enmendar la plana a las bases.

Sin embargo, como en otras tantas promesas y anuncios, nadie duda en el PSOE de que Sánchez va a apuñalar su gran bandera con la que llegó a la Secretaría General. Y ya hay fecha y hora. Primero, el próximo día 15, la Comisión Federal de Listas corregirá a los comités provinciales del socialismo andaluz y repondrá en puestos de privilegio a los miembros citados del Consejo de Ministros.

Y dos días después, el 17, el Comité Federal -dominado por el rodillo sanchista- dará luz verde a las candidaturas oficiales para el Congreso y Senado. La militancia, la del PSOE-A habrá hablado pero en Ferraz todo apunta a que habrá "problemas de audición".