Moncloa aumenta el montaje de la tesis vetando identificar al "autor material"
INVESTIGACIÓN. Nuevos datos y documentos dejan en evidencia el montaje de Sánchez para tapar con mentiras institucionales el plagio de su tesis y cómo ahora impone una 'omertá' forzada.
El comunicado institucional con el que Pedro Sánchez intentó que la propia Moncloa le sirviera de coartada a su tesis es falso, tal como reveló ESdiario gracias a un resolución del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno: no existe ningún test antiplagio oficial, como el que sin embargo se difundió con el sello de la propia Presidencia, el pasado 14 de septiembre, bajo el titular "La tesis del presidente Sánchez supera ampliamente los softwares de coincidencias.
Aquello era mentira, tal como confesó la Secretaría General de la Presidencia, por escrito y a instancias de este periódico, al reconocer que nadie en Moncloa había encargado ni conocía el supuesto estudio con el que el Gobierno salió en tromba a defender a Sánchez, usando canales institucionales.
Moncloa difundió una coartada para Sánchez con rango oficial y ahora prohíbe conocer quién lo hizo y quién dio la orden
Pero hay más. Tras demostrar la inexistencia de informes oficiales antiplagio propagados pese a ello por canales institucionales, ESdiario ha proseguido con su investigación para obtener nueva documentación que demuestra cómo el Presidente ha dado instruccciones para extender una especie de omertá en La Moncloa, negándose a identificar a la persona exacta que difundió esa mentira y los decretos que, para utilizar canales oficiales con ese fin, debieron haberse aprobado y sellado primero.
Y todo ello a pesar de que la propia Moncloa no tiene más remedio que estimar la petición de información de este periódico, para luego no contestarla, en una decisión ya recurrrida ante el mismo Consejo de Transparencia y Buen Gobierno que confirmó la falsedad de la campaña de propaganda exculpatoria para Sánchez.
Esto viene a suponer que una especie de fantasma, que no se identifica, circula por los pasillos de Moncloa y se sirve de una información no contrastada para abanderar la defensa de un asunto privado del Presidente Sánchez, tal y como desde Presidencia se ha clasificado.
Para, a la vez, utilizar la autoridad de las instituciones en esparcir la defensa del líder socialista, insistir en el recto proceder de Sánchez sin aportar los informes que difunde e incluso movilizar a la portavoz del Gobierno en la defensa del montaje.
El Gobierno hizo suya la defensa de Sánchez
Así, la ministra portavoz, Isabel Celáa, llegó a exigir desde rectificaciones y disculpas a los medios que habían informado del plagio tras ser preguntada por la comparecencia de Sánchez en el Congreso para dar explicaciones, algo que nunca hizo.
La delegada de Sánchez hizo propios, el mismo día 14 de septiembre en que Moncloa difundió el comunicado falso, y del Ejecutivo los mismos informes antiplagio que en realidad nunca encargó La Moncloa, según la reconstrucción que este periódico ha documentado con resoluciones oficiales que demuestran la dimensión del montaje para tapar al ahora candidato socialista.
El montaje de Sánchez del 14S fue así: primero difundió un comunicado oficial antiplagio falso y después movilizó a Celáa para defenderlo institucionalmente
"Pero vamos a ver, ¿por qué habría de hacerlo? ¿Por qué habría de comparecer el presidente cuando se han dado absolutamente todas las pruebas habidas y por haber en relación a una tesis doctoral bien configurada, presentada en tiempo y forma y que, además, hemos sometido a programas informáticos de comprobación de coincidencias? Habiendo pasado ambos".
Celáa también vendió el comunicado falso
Es decir, la propia Celáa dio categoría institucional formal al comunicado de La Moncloa, afirmando que el Gobierno había sometido la tesis a exámenes y contribuyendo a difundir una falsedad de la que, ahora, nadie se hace cargo y el propio CTBG resuelve que no existe.
La intervención íntegra de las airadas referencias de la ministra de Educación al trabajo doctoral del presidente figura, con su transcripción literal, en la misma web de La Moncloa que difundió el comunicado falso de auxilio a Sánchez, y aún puede consultarse e incluso escucharse en este apartado. En este vídeo del 14 de septiembre se ve a la ministra portavoz, en la sede de Presidencia, haciendo propio el desmentido antiplagio falso.
Por si fuera poco, según ha podido documentar ESdiario a través de otro escrito firmado de nuevo por la Secretaría General de la Presidencia a instancias de este periódico, el montaje de Sánchez para simular que su tesis no era un plagio cargando en La Moncloa un desmentido para darle mayor credibilidad; incluye nuevas revelaciones que superan el maquillaje que dio a su caso Cristina Cifuentes, dimitida y enjuiciada por su máster en la Universidad Rey Juan Carlos.
Moncloa se niega ahora a identificar al responsable de difundir el comunicado falso y a enseñar los decretos que legalmente tuvo que firmar antes
Y es que, además de tejer desde La Moncloa y el Consejo de Ministros un desmentido falso a las informaciones que demostraban la existencia de un escandaloso plagio; Sánchez dio órdenes de llevar la coartada hasta el final, tal y como se deduce sin género de dudas de un nuevo documento oficial de la propia Moncloa, en posesión de ESdiario, que evidencia la prohibición de desvelar qué persona o cargo recibió la orden de esparcir aquel comunicado falso y la negativa a contestar a dos preguntas muy claras en ese sentido.
Así, y pese a que el CTBG ya resolvió de manera nítida que La Moncloa difundió como propio un desmentido al plagio que ni conocía ni podía enseñar, la Presidencia vuelve a negarse a señalar quién tomó la decisión de lanzar ese bulo y con qué decretos, tal y como impone la ley, se dieron esas instrucciones.
En su lugar, pone negro sobre blanco una confesión escandalosa que, sin embargo, intenta esgrimir como justificación: que los desconocidos informes antiplagio, que nadie ha mostrado nunca, forman parte del ámbito privado de Sánchez pero, a pesar de ello, se lanzaron como propios desde La Moncloa.
Parecido o peor a Cifuentes
Para entenderlo, es como si la Comunidad de Madrid, y no Cifuentes en persona, hubiese emitido comunicados oficiales y ofrecido explicaciones de su portavoz en el Consejo de Gobierno desmintiendo las noticias que apuntaban a la obtención de un máster que no cursó, apelando además a unas pruebas documentales que encima no enseñaba.
La ceremonia de confusión para tapar a Sánchez se completó, aquel 14 de septiembre, con la comparecencia de la ministra portavoz repitiendo el desmentido y convirtiendo la denuncia del plagio en una "ofensa" de "la derecha" para "abatir" al Gobierno.
Sánchez hizo pasar por institucional un desmentido personal, que no aportaba informes conocidos e incluyó la intervención de una indignada Celáa desde Moncloa y que, para completar el montaje, ahora se niega a identificar al autor
Tras insistir desde Secretaría General de Presidencia del Gobierno que el Gobierno “hizo pública información relevante sobre dicha tesis doctoral y los estudios previos realizados sobre la misma, sin que esto suponga la consideración de información pública de dichos resultados”, guarda absoluto silencio sobre la identidad del alto cargo que ordenó publicar no obstante tal comunicado oficial, negándose a facilitar tales datos, algo que no hace sino acrecentar las sospechas ya fundadas sobre la base de las resoluciones ya emitidas desde el búnker de Moncloa, debiendo resaltarse que se trata de documentos públicos expedidos por un alto funcionario.
Resulta sorprendente, según fuentes jurídicas consultadas, que para justificar lo que no parece tener encaje en la ley, que el Gobierno se ampare en el artículo 13 de la Ley de Transparencia para afirmar que solo se considera información pública “los contenidos o documentos, cualquiera que sea su formato o soporte, que obren en poder de alguno de los sujetos incluidos en el ámbito de aplicación de esta Ley y que hayan sido elaborados o adquiridos en el ejercicio de sus funciones”.
La nueva documentación obtenida por ESdiario tuvo que ser estimada por la propia Moncloa, que sin embargo se niega a identificar quién dio la orden de difundir el comunicado falso y con qué decretos le dieron las instrucciones para hacerlo
Sostiene Moncloa que nadie del Gobierno ha realizado los polémicos informes o documentos, pero sin embargo ha quedado demostrado, tras la labor de investigación de este periódico, que los mismos sí han sido adquiridos y utilizados precisamente en el ejercicio de sus funciones, tanto por la Secretaría de Estado de Comunicación, como por la Portavoz del Gobierno, exclusivamente por razón de su cargo, de manera que al obrar en su poder son en consecuencia públicos, por lo que la ocultación de la identidad de quien así lo ordenó publicar, así como de la misma orden de publicación, podría entrañar según esas mismas fuente consultadas, una infracción de relevancia penal, algo que recuerda al caso máster de Cifuentes.