Pedro Sánchez "copia" a Podemos con un programa electoral lleno de humo
El líder del PSOE esconde el "impuestazo" que oculta su programa económico y apuesta por medidas que o ya existen o las formuló ya, con otro nombre, Pablo Iglesias.
Pedro Sánchez ya tiene programa electoral, o algo parecido. Se trata de un listado de cien medidas, sin presupuestar y con pocas cifras, que pretende ser su trampolín en las Elecciones Generales y apuesta por recetas ya conocidas, pero en otro partido, Podemos.
Sutilmente y con menos tono incendiario que el que hizo célebre al partido de Pablo Iglesias, el "nuevo PSOE" de Sánchez emula muchas propuestas ya conocidas: desde la renta básica universal, aquí llamada "ingreso mínimo vital" y en ambos casos versiones de subsidios que en realidad ya existen; hasta el presagio de nuevas subidas de impuestos para pagar los servicios del Estado, cuando no para mantener al propio Estado.
La podemización de Sánchez es en realidad muy aguda, aunque la envuelve en el traje y corbata presidenciales y la adorna con constantes apelaciones a la "serenidad y moderación" que él mismo dice representar. Pero rascando, está como Podemos más cerca que nunca de entenderse de nuevo con los partidos independentistas y, como los morados, se decanta por los palos fiscales para llevar a cabo su "agenda social".
Ésa que las "tres derechas" según él rechazan pese a que es constitucionalmente inviable hacerlo. No habrá impuesto a al banca, pero que se preparen las empresas y todos los demás.
Populismo pero "sereno"
Sí cambia la retórica, y Sánchez lo sabe: el verbo populista de Iglesias no le sirve a un PSOE que necesita nadar en distintas aguas, pero el fondo se parece mucho en todo. La otra característica de las 110 medidas del secretario general para personarse en las urnas inciden en esa línea, llena de eufemismos e indefiniciones que hay que saber traducir.
Así, se compromete a eliminar el "déficit de la Seguridad Social", y como no es probable que lo haga recortando las prestaciones, sólo quedan dos opciones: sacar más dinero de los Presupuestos y pagar ese exceso subiendo impuestos existentes o crear un impuesto nuevo para ese fin. Sánchez no lo aclaró en la presentación de su recetario, ni tampoco sus dos delegadas en el evento.
Ni la vicepresidenta Carmen Calvo ni la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, aclararon quién o cómo iba a pagar la fiesta, y tampoco dieron demasiadas cuentas de la otra gran novedad, la renta básica universal con otro nombre y su prima hermana, la renta de emancipación para salir de la casa paterna.
Aunque lo esconde y no da cifras, las propuestas de Sánchez presagian subidas de impuestos y palos fiscales
Se trata de "identificar democracia con Estado de Bienestar", como dijo Calvo, aunque al cántico le faltó una explicación presupuestaria que tampoco dio su compañera de ningún otro asunto. "Con realismo y ambición", resumió Narbona con idéntica imprecisión.
"A las urnas"
Modificar el Código Penal para que los delitos sexuales tengan más castigo o se elimine la llamada Ley Mordaza son otros hitos del programa socialista, que en unos días se conocerá en su totalidad. Ahora cabe esperar a ver si el grueso final es intercambiable con el de Podemos o si su anticipo es una falsa alarma. Que no tiene pinta de serlo.
Por cierto, Sánchez compareció emulando en la puesta escena una especie de cumbre europea, con banderas de la Unión y de España, para elevar su tono presidencial, acorde con el mensaje que resume toda su intervención: dijo necesitar una "participación masiva en las urnas" el próximo 28 de abril que otorgue al PSOE la capacidad de constituir un "Gobierno fuerte que dependa de sus propias fuerzas".