El plasma de Sánchez: Iván Redondo indigna a los periodistas por su "apagón"
Ferraz ha diseñado una estrategia para seguir "escondiendo" a su candidato. Los socialistas se olvidan de sus críticas a Mariano Rajoy y se apuntan al "donde dije digo..."
Pedro Sánchez, este miércoles en el acto de presentación de su programa electoral.
La presentación de su programa electoral, este miércoles, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los periodistas que cubren la información del PSOE, en particular; y el resto, en general, no ocultan su sorpresa -que raya en el enfado y casi en la indignación-. Pedro Sánchez, y su equipo de campaña, con su gurú Iván Redondo a la cabeza, han diseñado una estrategia que amenaza con dejar pequeño el criticado plasma de Mariano Rajoy.
El mismo PSOE y el mismo Sánchez que llegó a la Presidencia con un compromiso: máxima transparencia y total rendición de cuentas.
Vídeos precocinados, señal preproducida por Ferraz o La Moncloa, muchas redes sociales -la Junta Electoral ha llegado a tirar de las orejas a la vicepresidenta, Carmen Calvo- y mucho mitin y comparecencia... sin preguntas. Ni siquiera en un acto tan significativo como la presentación de su programa, ha dado la cara Sánchez ante los medios de comunicación.
Nada nuevo bajo el sol. Sánchez lleva visitadas cerca de una veintena de provincias en lo que va de precampaña, combinando en estos viajes agenda institucional como jefe del Ejecutivo con mítines de partido.
En todos estos actos, sean institucionales o de partido, la imagen y, sobre todo el mensaje, se cuida hasta tal extremo que Sánchez evita cualquier otro contacto adicional con los medios de comunicación, para evitar que le arranquen comentarios sobre temas que no le interesa tocar en esta fase previa a los comicios.
Con sus últimos desplazamientos a Segovia y Salamanca de este martes, Sánchez habrá visitado un total de 18 provincias desde que anunció la convocatoria anticipada de las elecciones generales para este próximo 28 de abril hace mes y medio.
En varios de estos viajes, Sánchez ha conjugado actividad institucional como jefe del Gobierno durante el día con mítines de partido por la tarde, como ha ocurrido por ejemplo esta semana. Si el lunes el presidente visitaba el Campus de Excelencia Internacional Global del Mar (Cei·Mar) en la Universidad de Cádiz, por la tarde daba un mitin en Málaga, un patrón que se repite este martes en sus desplazamientos a Segovia y Salamanca.
Salvo unas pocas excepciones, Sánchez ha visitado capitales de provincia de tamaño medio. Sólo Madrid y Sevilla, primera y cuarta ciudad más grande de España, se han incluido en este periplo del candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno.
Andalucía, territorio que perdieron los socialistas por primera vez en democracia en las autonómicas del 2 de diciembre, es, junto a Castilla y León, la Comunidad Autónoma que acumula más visitas de Sánchez, con desplazamientos a las ciudades de Sevilla, Granada, Cádiz y Málaga. En estos tres últimos municipios, la agenda institucional de Sánchez presentó un elemento común: la ciencia y la tecnología.
Mucho posado, mucha telegenia, mucho plama, pero ninguna rendición de cuentas.
Si en Granada presentó junto al ministro de Ciencia, Pedro Duque, la estrategia de su gobierno sobre inteligencia artificial, en Cádiz hizo una defensa de las oportunidades de desarrollo económico que presenta el cambio hacia una economía más sostenible con el medio ambiente en el Campus de Excelencia Internacional Global del Mar y en Málaga visitó el Parque Tecnológico de Andalucía. Sánchez regresará a Andalucía este sábado próximo para un acto de partido en Jaén.
También son cuatro las provincias castellanoleonesas visitadas por Sánchez en lo que va de precampaña: Ávila, Valladolid, Segovia y Salamanca y Zamora.
Sánchez también ha recorrido la cornisa cantábrica prácticamente en su totalidad, desde La Coruña a Vitoria y San Sebastián, pasando entre medias por Oviedo, Santillana del Mar y Torrelavega en Cantabria, Logroño y Pamplona.
