La versión de Villarejo sobre el "espionaje" a Iglesias deja a Cosidó noqueado
La última derivada de la "operación Kitchen" vuelve a poner en la picota al portavoz del PP en el Senado. El letrado del excomisario da pistas que vuelven a apuntar a las cloacas de Interior
Como suele decir un veterano excomisario del Cuerpo Nacional de Policía, "las cloacas es lo que tienen, que cuando crees que las has limpiado, siguen vertiendo podredumbre".
Esas cloacas de Interior, las idas y venidas campando a sus anchas del excomisario José Villarejo, el papel más que oscuro del exjefe de la Policía, el comisario Eugenio Pino, y la falta de explicaciones convincentes de su jefe político, Ignacio Cosidó, han reaparecido con el sorprendente caso del presunto espionaje a Pablo Iglesias.
El robo y la clonación del móvil de una estrecha colaboradora del líder de Podemos -que investiga el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, vuelve a dejar a Cosidó contra las cuerdas. Sobre todo tras la versión que este jueves ha ofrecido el abogado defensor de Villarejo.
Y es que el letrado Antonio García Cabrera ha relacionado el robo del teléfono móvil de la asesora de Iglesias y la difusión posterior de la información privada que contenía con una "investigación policial".
"Todo es una cuestión de una investigación policial y él por supuesto, sólo la ha vehiculizado en el ámbito policial", ha señalado en relación a la información contenida en aquel teléfono móvil, que, según ha dicho, se habría almacenado en un pen drive.
Villarejo estaba citado este jueves ante el propio juez García Castellón, pero para otro de sus múltiples frentes procesales. En concreto, para detallar la información que dice tener sobre la "autoría real" de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
Sin embargo, dado que el instructor del asunto es el mismo que le investiga por delitos de organización criminal, extorsión y cohecho (entre otros) en el caso Tándem, la Fiscalía Anticorrupción ha aprovechado la citación para interrogarle por la pieza 10 de la causa, recientemente abierta y en la que este miércoles se personaron Pablo Iglesias y la que fue su asesora, Dilma Bousselham, como acusación.
El origen de esta línea de investigación está en la sustracción del móvil de Boousselham, persona entonces muy próxima a Iglesias, en el año 2016, y la difusión en prensa de información privada sobre el líder de Podemos que el terminal contenía. Todos esos datos han aparecido ahora entre la documentación intervenida a Villarejo tras su detención en 2017 y se han incorporado a la causa abierta contra él en la Audiencia Nacional.
En declaraciones a los medios, García Cabrera se ha referido a este asunto para incidir en que "Villarejo no ha hecho ningún robo de ningún material", de "ningún documento ni de ese pendrive ni de nada", "no ha revelado ninguna información privada del señor Pablo Iglesias" y "no ha participado en ninguna campaña" contra él.
"Deberían preguntarse de dónde salió ese pendrive y cómo se vehiculizó ese pendrive", ha dicho a los medios, para incidir en que su patrocinado "no participa en ningún robo ni hace ningún uso indebido de ninguna información" y que así se lo ha hecho saber al juez Manuel García Castellón.