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Sánchez alimenta los "pactos secretos" con el separatismo al defender a Iceta

Ni un reproche a Iceta, por avalar incluso la independencia de Cataluña si la apoyara un 65%: Sánchez le ha dado las gracias y encendido con ello todas las alarmas.

Miquel Iceta, en una imagen de hace dos semanas

Publicado por
M. Villa

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Si alguien tiene la mosca detrás de la oreja con Miquel Iceta, visto como avanzadilla de pactos secretos con el independentismo, Pedro Sánchez no ha contribuido este domingo a calmar las sospechas. Al contrario.

Y es que el secretario general del PSOE ha defendido y agradecido el trabajo del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, frente al 1-O y la posterior "declaración de independencia ilegal", como antesala de un agradecimiento que suena raro en la semana en que el dirigente catlán ha alimentado como casi nadie las aspiraciones soberanistas.

Lo ha dicho al clausurar la Convención Nacional del PSC de Tarragona, junto a Iceta; la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet; el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, y el alcaldable de Barcelona, Jaume Collboni, ante un millar de personas.


"Iceta ha hecho muchas cosas. Gracias", ha dicho el líder socialista, destacando el trabajo del líder del PSC tanto para Cataluña como para el resto de España. Ha defendido así al líder del PSC frente a las críticas que ha recibido esta semana tras decir el miércoles que, si el 65% de los catalanes quiere la independencia, la democracia deberá encontrar un mecanismo para encauzarlo.

Iceta aseguró el mismo miércoles que un referéndum sobre la independencia "no es la solución" y reiteró que los socialistas no quieren la independencia porque no la consideran buena para Cataluña. Pero antes afirmó lo contrario, dejando una sospecha en el aire que, para el PP y Cs, en realidad es un anticipo de la estrategia del propio Sánchez a futuro.

Fuentes políticas de ambos partidos recuerdan a ESdiario que el líder socialista ya ha dado sobradas muestras de decir una cosa y hacer la contraria, con la moción de censura como corolario de esa actitud. Sánchez dijo literalmente que nunca sería presidente con el apoyo de los independentistas, por acción u omisión, apenas unos días antes de llegar gracias a ellos a La Moncloa.

También habló de indultos

Y solo unas semanas antes de acceder al poder y reunirse poco después con Quim Torra, reclamaba un 155 más contundente y endurecer el delito de rebelión para que no hubiera dudas en el futuro de que los hechos protagonizados por Junqueras o Puigdemont encajaban en ese epígrafe penal.



Del doble juego retórico del PSOE en este asunto también da cuenta la existencia de un dcumento de 21 puntos que Torra le entregó a Sánchez tras reunirse en diciembre en Pedralbes, del que La Moncloa no ha entregado copia a la opinión pública, o las instrucciones dadas al abogado del Estado para que renuncie a la acusación de rebelión en el juicio del Tribunal Supremo.

El propio Iceta ya se ha comportado en el pasado como una especie de "globo sonda" político al defender, además de un referéndum, la concesión de indultos para cabecillas del "procés" si finalmente son condenados. Ante todos esto, las palabras de Sánchez retruenan: "Muchas gracias, Miquel".