El plan de Sánchez para el debate "decisivo" que Abascal quiere arruinarle
Los estrategas de Ferraz creen que engordar a Vox, agitar el miedo a la "extrema derecha", es el mejor elemento movilizador para la izquierda.
Pedro Sánchez necesita tensión, como la que le confesó José Luis Rodríguez Zapatero a Iñaki Gabilondo en la campaña de 2008.
Con el centro derecha movilizado -como entonces-, el socialista busca bipolarizar estas elecciones, convertirlas en un yo o las derechas. Las tres derechas, también Vox.
Los estrategas de Ferraz creen que engordar a Vox, agitar el miedo a la "extrema derecha", es el mejor elemento movilizador para la izquierda. De ahí que el presidente haya decidido que el único debate en el que se medirá será también con Vox. Sobre todo con Vox.
No habrá cara a cara con Pablo Casado porque ello supondría, explican, dar una posición de preeminencia al PP sobre Cs y Vox, y eso no le interesa ni le conviene a Sánchez.
El equipo del candidato del PSOE esperó a conocer los datos del CIS del martes y, cuando hubo constatado que Santiago Abascal supera el 10% en intención de voto (tiene el 11,9%, concretamente), tuvo la coartada perfecta para aceptar el debate de Atresmedia el martes 23 de abril con presencia de Abascal.
Ahora dicen en el comité electoral del PSOE que hay que "debatir entre diferentes, entre muy diferentes y contrastar propuestas para España". No es una cuestión de que le convenga o no al candidato socialista y presidente del Gobierno, sino que creemos que es bueno para el debate político", en palabras de su portavoz adjunto, Felipe Sicilia.
El miércoles, cuando Antonio García Ferreras se desplazó a La Moncloa para entrevistar al presidente, éste ya trasladó extraoficialmente al equipo de La Sexta su disposición a participar en un debate al que llevaba semanas dando largas.
Y este mismo jueves por la mañana llegó el sí definitivo a debatir con Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias y Santiago Abascal. Su ok ha sido, con diferencia, el último. Fuentes de su entorno reconocen a ESdiario que el líder de Vox prepara su puesta de largo mediática y que "alguién" va a llevarse una "sorpresa".
"Ya no van a poder volver a meter el genio en la lámpara otra vez. Hemos ganado porque esa alternativa patriótica no la pueden parar porque es de sentido común sentir orgullo por nuestra patria", ha avanzado este jueves Abascal.
Entre medias, ha provocado un auténtico terremoto en TVE, al arrinconar a la televisión pública en sus horas más bajas y rechazar un debate a cuatro en su plató, con Casado, Iglesias y Rivera.
RTVE no puede incluir a Vox por los rigores que impone la Junta Electoral a los medios públicos para con los partidos extraparlamentarios, y sus consejos de informativos salieron rápidamente a denunciar el "desprecio" del presidente.
"Condenamos que el único debate en el que Sánchez ha aceptado participar sea el debate a cinco propuesto por un grupo privado de comunicación y que incluye al candidato de un partido sin representación parlamentaria", señalaron en un comunicado remitido a la prensa.
Entretanto, en el PP ya tenían asumido desde hacía muchos días que no habría cara a cara entre el socialista y Casado. Pero este jueves recordaban que negarle a los electores un debate no siempre sale gratis: Javier Arenas rechazó debatir en 2012 en Canal Sur creyéndose que iba a sacar la mayoría absoluta y se quedó sin ella.