Casado, Rivera Abascal no podrán cantar 'El novio de la muerte' el Jueves Santo
Era una de las fotos más esperadas de esta Semana Santa trufada de campaña: los tres candidatos con el Cristo de la Buena Muerte trasladado por legionarios. Pero la cofradía no quiere.
Iba a ser uno de los centros de atención de esta Semana Santa mezclada con actos electorales: Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal entonando El novio de la muerte ante el Cristo de Mena, en Málaga, portado por legionarios. Pero no va a ser posible. La cofradía les han pedido que hagan el favor de no asistir porque su presencia politiza el acto y no quieren que sea así.
Los candidatos de PP, Ciudadanos y Vox tenían previsto acudir a esta cita clásica de la Pasión malagueña para expresar a su compromiso con las tradiciones, como ya hicieron el año pasado los por entonces ministros populares María Dolores de Cospedal, Íñigo Méndez de Vigo, Rafael Catalá y Juan Ignacio Zoido.
Ya entonces esta nutrida presencia de políticos generó controversia y bastante malestar. Por tal motivo, el hermano mayor de la Congregación, Antonio de la Morena González, les ha enviado una carta a los tres líderes políticos en la que les solicita que "tengan a bien no asistir a ninguno de los actos que tenemos previstos para este año dada la proximidad del escenario electoral, evitando de esta forma que los mismos puedan llegar a convertirse en un acto más de campaña electoral".
Según la misiva a la que ha tenido acceso El Mundo, la junta de gobierno de la cofradía "ha tomado firme acuerdo de velar por que, ante la particular situación política de este año, ninguno de nuestros actos previstos para la Semana Santa pudiese considerarse como escenario de debate electoral, y llegar a ocasionar en el seno de nuestra Congregación y en nuestro entorno tensiones de carácter político o ideológico".
La procesión del Cristo de Mena, patrón de la Legión, es una de las más espectaculares de la Semana Santa. Los legionarios desembarcan en Málaga en un buque de la Armada y transportan con sus manos la talla del crucificado, al son del himno de esta brigada. Después, se coloca en un trono la imagen para su posterior salida procesional.