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El ministro que Iglesias quiere colocar a Sánchez da sarpullidos en la Policía

Entrar "a saco" en las cloacas es la gran obsesión del líder de Podemos. Pero su hombre en esos temas da mucho que hablar, y no bien, entre policías y guardias civiles.

Rafa Mayoral, enfrentándose a la Policía en un desahucio en Madrid.

Publicado por
Miguel Blasco

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Pedro Sánchez ya tiene, por boca de la mismísima número dos de Podemos, la lista de los ministros que Pablo Iglesias quiere en el nuevo gobierno. Y es que, en las últimas horas, el líder morado ha vuelto a advertir al PSOE de que la presencia de su partido en el Consejo de Ministros en la condición innegociable para volver a investir al candidato socialista y vencedor en la noche del 28-A.

La propia Irene Montero se ha encargado de deslizar los elegidos por el jefe, los notables destinados a garantizar las esencias más izquierdistas del futuro gabinete. Según Montero son personas con "solvencia reconocida" como "Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Pablo Echenique o Rafa Mayoral". Rafa Mayoral, el hombre de Iglesias en una de las facetas más delicadas de la adminstración: el Ministerio del Interior.

Nada inocuo dada la obsesión que Podemos no ha disimulado en los últimos meses, objeto fundamental de la campaña electoral de Iglesias y que el candidato exhibió como reproche conjunto a PP y PSOE en el debate de Atresmedia, las llamadas cloacas del Estado. Ya se sabe, el excomisario Villarejo, el supuesto espionaje a Podemos, el Rey Emérito. Asuntos delicados con la carpeta top secret.

Mayoral no es un neófito en los temas relacionados con Interior. Ha sido el portavoz en el Congreso en ese área, estratega del partido, interlocutor con los ministros Zoido y Marlaska, observador de Podemos en el pacto antiyihadista, azote de los altos cargos de la siempre polémica sede de la madrileña calle Amador de los Ríos.

Vídeo en el que Rafa Mayoral y Alberto Garzón se enfrentan a la Policía a las puertas del Congreso.

Mayoral es el elegido por Iglesias para ser ministro del Interior. Pero la sola mención de su nombre desata furibundas críticas en la Policía y la Guardia Civil. Levanta sarpullidos en sus mandos, que le han tratado.

A las tradicionales "malas relaciones" de Podemos y sus líderes con las fuerzas del orden hay que sumar el escaso entusiasmo con el que los diputados morados han defendido la equiparación salarial de los agentes, liderada por Ciudadanos y PP.

Pero, además, está el currículum de Mayoral, siempre al lado... contrario. En la crisis de los inmigrantes, siempre crítico con los Centros de Internamiento (CIEs) y con la labor de los policías nacionales que los custodian.

El 1-O, contra los antidisturbios y en favor de los independentistas. A las puertas del Congreso, enfrentándose a los agentes que trataban de impedir el asalto de los trabajadores de Alcoa. Y en cada deshaucio programado en la capital, Mayoral siempre en primera fila liderando el boicot a los agentes.

Con estos antecedentes, es lógico que Policía y Guardia Civil se haya puesto en guardia al circular ya el nombre de Rafa Mayoral en las quinielas. Como si no tuvieran ya, al levantarse cada mañana, demasiados desafíos.