Teresa Rodríguez revienta la estrategia de Iglesias para ser ministro de Sánchez
El lunes se reúne el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos para hablar de pactos tras las elecciones y la delegación andaluza va con ganas de armar bronca: "El PSOE no es de fiar", dicen.
Pablo Iglesias quiere pisar moqueta. El líder de Podemos y la cúpula de su partido mantienen estos días un único mensaje al unísono: deben entrar en el Gobierno de Pedro Sánchez porque solo así habrá estabilidad.
Pero el socialista, crecido por la derrota del domingo y el mal resultado de la formación morada, sigue sin tener la más mínima intención de hacer hueco a Iglesias en su futuro gobierno.
Es más. Según ha revelado este viernes José Luis Ábalos, un hombre de su máxima confianza, Sánchez mantendrá "el esquema actual" en su ejecutivo, "con las correcciones que entienda que corresponden". Y con Carmen Calvo quedándose donde ésta, a pesar de los rumores que la situaban en la Presidencia del Congreso.
A Podemos le quedaba al menos la presión a Sánchez en este largo mes hasta conocer los resultados de las elecciones municipales y autonómicas. Sin embargo, desde sus propias filas Iglesias ha recibido un misil en su línea de flotación.
Podemos Andalucía y la díscola Teresa Rodríguez han decidido oponerse a la entrada de Podemos en el gobierno de Sánchez.
Y será precisamente ésa la postura que defiendan en el Consejo Ciudadano Estatal que Podemos celebrará el lunes para analizar "la situación política y las próximas elecciones de mayo".
La decisión de Podemos Andalucía, todo un desafío -otro más- a Iglesias, está en la línea del comunicado que sacaron a principios de esta semana los Anticapitalistas, la corriente interna a la que pertenece Rodríguez.
"Tenemos que dejar claro que el aparato del PSOE no es de fiar: durante 40 años el PSOE se ha negado sistemáticamente a abordar los problemas estructurales que afectaban a las clases trabajadoras y ha adoptado una política sumisa con los poderes económicos. Un gobierno liderado por el aparato del PSOE será un gobierno ligado al capital financiero".
De hecho la propia Teresa Rodríguez se negó a apoyar a Susana Díaz cuando pudo, la pasada legislatura. Y ahora quiere que tampoco su jefe sea la muleta de Pedro Sánchez.