La operación contra Egea no prospera: el número 2 del PP no cederá el mando

Teodoro García Egea no cederá la secretaría general del PP. Ni Pablo Casado se lo ha planteado nunca, pese al ramillete de informaciones que afirman que ésa es la cabeza que distintos dirigentes populares, barones autonómicos en su mayoría, habrían exigido para mantener su apuesta por el vigente presidente popular.

El murciano se siente fuerte y respaldado y ni siquiera un resultado similar en las Europeas, Autonómicas y Municipales al del 28A cambia ese guión: al llegar necesitaban al menos un año para rematar la renovación del PP y, aunque exigieron los comicios por razones obvias, en realidad les vino mal pasar tan pronto por las urnas.

Egea y Casado comparten destino, y el segundo sabe que si cae el primero, no le quedará ya red de seguridad. Por eso, salvo hecatombe, ambos resistirán a la espera de que el viento electoral vuelva a soplar favorablemente. Algo que el PSOE creer que tardará mucho en ocurrir -la ministra Montero ha presagiado este sábado un largo ciclo de éxitos del sanchismo- pero que en Génova confían en que sea pronto o al menos a medio plazo.

Esa secuencia, por convicción o necesidad, la han bendecido Casado y Feijóo este sábado en Galicia, con un intercambio de concesiones: el presidente de la Xunta, señalado como eventual recambio si todo se tuerce definitivamente, ha mostrado su respaldo a Casado. Y éste le ha prometido un giro al centro para que él y todos los barones se sientan cómodos.

El 26A

El recelo entre los dirigentes regionales de más peso y la cúpula es obvio, internamente llega incluso a la categoría de pelea, pero todos se necesitan en este momento y, si el 26A sale mal, saldrá mal para todos.

Ese miedo al hundimiento colectivo une más de lo que separan las evidentes diferencias, señaladas por El Confidencial, que identifica al propio Feijóo, al andaluz Moreno o a la asturiana Mercedes Fernández (la que pidió la cabeza de Maroto en la reunión de la cúpula el pasado martes) como supuestos paladines de la idea de quitar a García Egea. Algo que no pasará. Al menos de momento.