El toque de Bruselas que baja a la tierra a Sánchez y a su ministro de Economía
El informe de previsiones de la Comisión Europeo corrige de nuevo las previsiones de La Moncloa y avisa de las turbulencias que el líder socialista no quiere ver.
Enésimo aviso a navegantes con deberes para el nuevo ministro de Economía si, como parece, Pedro Sánchez no logra convencer a Nadia Calviño para que siga en el cargo. La Comisión Europea calcula que España cerrará este año con un déficit público equivalente al 2,3% del PIB, un porcentaje que es dos décimas superior a la estimación que hizo en noviembre y tres décimas mayor que la previsión del Gobierno reflejada en el Plan de Estabilidad que envió a las autoridades comunitarias la pasada semana.
Bruselas piensa, por tanto, que la economía española reducirá menos de dos décimas el desvío de las cuentas de las administraciones públicas, desde el 2,48% registrado en 2018. Esta previsión, explica el informe, se basa en un presupuesto prorrogado para este año y tiene en cuenta todas las medidas de gasto aprobadas por Decreto-Ley por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
De hecho, la Comisión Europea destaca que el ciclo económico "favorable" y los menores costes de la deuda compensarán "parcialmente" el efecto de estas medidas, algunas de las cuales son "temporales" y entre las que cita el mayor gasto en pensiones y otras políticas sociales, por el lado del gasto, y el incremento de las bases máximas de cotización, por el de los ingresos.
Además, el Ejecutivo comunitario remarca que algunas de las medidas incluidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que fueron tumbados por el Congreso también tendrán un efecto en 2019, como la subida del sueldo de los funcionarios o la bajada de impuestos a las rentas más bajas. También advierte de que también pueden elevar el desfase de las cuentas públicas las indemnizaciones a las constructoras de las autopistas rescatadas.
Más allá de 2019, Bruselas calcula que el déficit de 2020 se reducirá tres décimas, hasta el 2%, bajo la asunción de un escenario sin cambios en la política fiscal, frente al 1,1% que prevé el Gobierno. El déficit estructural -sin tener en cuenta los efectos del ciclo económico- se deteriorará levemente durante los próximos dos años, según las autoridades comunitarias.