Sánchez pone en el Congreso y el Senado a dos catalanes comprensivos con ERC
Sánchez lanza un mensaje pacificador a ERC, tras el paripé con Iceta, con dos nombramientos de socialistas opuestos al "ala dura" contra el soberanismo que representa por ejemplo Borrell.
Guiño al independentismo. Tras la artificial disputa preeelectoral con el 26M de fondo, con la que el PSOE parece alejarse de ERC y ERC no da alas al partido de Puigdemont pactando con el Gobierno de España; Sánchez ha enseñado la patita de su sintonía con el nacionalismo promocionado a dos dirigentes catalanes, comprensivos con el procés, para presidir el Congreso y el Senado.
Se trata de la actual ministra de Política Territorial en funciones, Meritxell Batet, para la Cámara Baja y del senador del PSC Manuel Cruz, según han anunciado fuentes de la dirección del partido.
Sánchez reúne este mediodía, a partir de las 12.30 horas (una vez terminado el Consejo de Ministros), a la Ejecutiva Federal del PSOE para que apruebe formalmente estos nombramientos, junto al resto de los miembros que se presentarán para las Mesas del Congreso y del Senado, que se constituyen el próximo 21 de mayo.
Sánchez se ha visto obligado a cambiar su propuesta para presidir el Senado después de los que independentistas bloquearan la opción del líder del PSC, Miguel Iceta, que, al no concurrir en las listas a las generales, para presidir el Senado debía ser elegido senador por designación autonómica, a propuesta del Parlament.
Lo opuesto a Borrell
Fuentes del propio Gobierno en funciones reconocieron a ESdiario que Batet representa, dentro del constitucionalismo, la versión contraria a Josep Borrell, y que la elección de ambos para el Ejecutivo fundacional de Sánchez no fue casual: se cubrían dos frentes, el más radical contra el separatismo y el más tolerante con el problema de fondo existente más allá de las repudiables formas.
Con el enfretamiento por Iceta, el PSOE y ERC salvan los muebles y pueden decir a sus respectivas clientelas, antes de la cita decisiva del 26M en municipios y regiones, que ni uno se entrega al nacionalismo catalán ni el otro al español; pero se guardan la posibilidad de volver a entenderse tras la cita con las urnas: Batet y Cruz son, en ese sentido, elecciones estratégicas.