La izquierda se hunde en el debate electoral de Telemadrid con un gran Aguado
Ayuso, Monasterio y especialmente Aguado arrasan a Gabilondo en un debate sin Errejón que exhibió el radicalismo antisistema del socio potencial del PSOE.
La presidencia de la Comunidad de Madrid está disputada que nunca, tal vez, a juicio de las encuestas que, como la de ESdiario, pronostican un empate técnico entre bloques: tanto la suma de PP, CS y VOX cuanto la de PSOE, Podemos y Más Madrid pueden hacerse con el Gobierno de la primera autonomía de España el próximo 26M.
Y a tenor de lo ocurrido en el único debate a cinco en Telemadrid de toda la campaña, los primeros tienen ventaja: al desplome de Ángel Gabilondo (PSOE), un profesor de filosofía poco acostumbrado a estos lances; y especialmente de Isabel Serra, aspirante de Podemos, se le sumó la ausencia de Íñigo Errejón (excluido por la Junta Electoral por ser su partido tan reciente) y la pujanza de los tres líderes del centro derecha, con especial mención a Ignacio Aguado, de Cs, solvente, preparado y con ganas.
El candidato naranja, junto a una tranquila Isabel Díaz Ayuso (PP) que optó por la moderación y una Rocío Monasterio (Vox) dándose a conocer al gran público, pasaron por encima de sus rivales, que de depender de este debate tendrán algo más difícil conseguir su objetivo conjunto.
Un formato frío
Aunque el formato no acompañaba y los presentadores no estuvieron frescos, encorsetados en una realización tediosa y con poca frescura en el caso de Jon Ariztimuño frente a su compañera María Rey; el candidato de CS aprovechó bien el momento para dibujar a sus rivales con contundencia: a Gabilondo como corresponsable de la España de paro y crisis de Zapatero, del que fue ministro; y a Serra y el ausente Errejón como portavoces de "okupas" y antisistema que, junto a los socialistas, van a cargar a los madrileños de una presión fiscal histórica.
Ayuso, consciente de que se ha convertido para la televisión en la Esperanza Aguirre de sus inicios, objeto de mofas en el "Caiga quien caiga", optó por un tono tranquilo y sin riesgos, cargada de datos y cifras que atestiguan el a su juicio éxito de la gestión del PP en materia de renta, empleo, inversiones empresariales y libertad de elección en materias educativa y sanitaria.
La representante de Vox, por su parte, se estrenó para el gran público con el tono moderado que le caracteriza y un mensaje claro: si de ellos depende, la izquierda no gobernará en Madrid. Algo en lo que insistieron igual PP y CS, visualizando el acuerdo que sellarán si les dan los números.
Algo que Ayuso negó a CS, convencida de que finalmente pactará con el PSOE "como durante todo esta legislatura" y que negó Aguado con vehemencia. Al contrario, se presentó como máximo muro de contención de la izquierda y de la vieja derecha, simbolizando ese espíritu con una foto que tal vez protagonizó la escena del día.
"Cum fraude"
La de Pedro Sánchez "Cum fraude"· y Pablo Casado saludándose con sonrisas en La Moncloa para, según él tapar sus problemas académicos con la tesis y el máster: "No se reunieron para tratar los problemas de los españoles, sino para pactar sus cosas. Y Gabilondo se negó a que el señor Casado compareciera en la Asamblea de Madrid que investigaba el funcionamiento de la Universidad pública madrileña.
El momento de mayor tensión también tuvo al líder naranja por protagonista, que recordó a la candidata de Podemos, empeñada en tildar de "ultraderecha" una eventual alianza de PP, Cs y Vox, unas imágenes suyas vandalizando cajeros cuando pertenecía a un colectivo juvenil.
El minuto de oro
El debate, que comenzó dos horas antes con una larga tertulia sin periodistas especializados en información autonómica moderada por el presentador Javi Gómez, concluyó al filo de la medianoche con la última intervención, mirando a cámara, en el llamado minuto de oro.
"Este 26 de mayo tenemos una oportunidad histórica de echar a los corruptos del Gobierno de la Comunidad de Madrid", culminó su floja intervención Isabel Serra, de Podemos.
"A los madrileños que creéis en la libertad y no queréis que Madrid caiga en manos de populistas os pido la oportunidad de ser el presidente de todos. Somos mayoría. Vamos a ganar”, fue el último mensaje de Aguado para pedir el voto.
"Madrid tiene una gran oportunidad de cambio. Creo que hay una ilusión y una responsabilidad de transformación, progreso y diálogo. Contigo hay cambio", cerró Gabilondo.
"Tengo ganas de liderar la alternativa limpia frente a los avances de la izquierda", esgrimió Rocío Monasterio como broche a su intervención en Telemadrid.
"Las políticas del PP generan más empleo, menos impuestos y transporte gratuito para los mayores. Pido el voto a todos aquellos que no quieren que gobierne la izquierda", zanjó en su último turno Díaz Ayuso, que tuvo por sorteo la palabra final.
Muy reñido
El sondeo de ESdiario, publicado este sábado, atestigua que el próximo 26M el control de la Puerta del Sol dependerá tal vez de muy pocos votos: los bloques lograrían 66 diputados cada uno, toda vez que el crecimiento poblacional de la Comunidad ha elevado a 132 el número de escaños, una cifra par que, de repartirse por igual, podría obligar a repetir Elecciones el próximo otoño.