El memorable discurso de Rivera que sacó de sus casillas y de su escaño a Batet
Pronto empieza la presidenta del Congreso, que ha protagonizado su primer encontronazo político con el líder de Cs después de tolerar el espectáculo independentista en el hemiciclo.
El procedimiento de acatamiento de la Constitución por parte de sus señorías se convirtió, este martes, en un fiel reflejo de lo que va a ser la legislatura que ahora arranca.
Esto es: la nueva presidenta del Congreso, Meritxell Batet, permisiva con los independentistas; los independentistas, caminando constantemente sobre el filo legal y reglamentario, cuando no directamente rebasándolo.
Albert Rivera disputándole el liderazgo de la oposición a Pablo Casado sin complejos; Vox, haciéndose notar; Podemos, jugando su nuevo papel de sostén de Pedro Sánchez, algo encorsetado; y el PSOE, demasiado pendiente y dependiente de los demás por su exigua mayoría de 123 diputados.
El ceremonial puso el broche a una mañana salpicada por la tensión y algo de sobreactuación de algunos, fruto de la anomalía de tener a cuatro diputados presos y que están siendo juzgados por el Tribunal Supremo sentados en el hemiciclo.
Durante el procedimiento, el líder de Ciudadanos intentó por dos veces detener el espectáculo montado por los diputados independentistas, al escuchar cómo acataban la Constitución por imperativo legal aludiendo a los presos políticos, los exiliados y a la República catalana. Mientras los parlamentarios de Vox pataleaban ostensiblemente.
Dos veces pidió la palabra Rivera y dos veces se la negó Batet: "Señor Rivera, no vamos a interrumpir el proceso de acatamiento de la Constitución", le advirtió.
Cuando hubo terminado, la presidenta del Congreso por fin dejó a hablar al líder de Ciudadanos, que hiló un discurso memorable que pilló a Casado con el pie cambiado.
Desde su escaño, Rivera se quejó a Batet de que hubiera permitido en esa Cámara hablar a los independentistas de "presos políticos". "España es una democracia. Aquí no hay presos políticos, hay justicia", señaló.
"Señora presidenta, le pido que actúe para frenar este tipo de actitudes. Personas que han atacado las instituciones del Estado, que ya han pisoteado la dignidad de España, hoy han venido a volver a humillar a los españoles", continuó. Y dirigiéndose a Oriol Junqueras y los demás les espetó: "No lo vais a lograr, no lo lograrán".
"Pero esta Cámara, presidenta, merece que usted nos defienda a todos los españoles. Le pido que actúe", concluyó.
Después ocurrió lo impensable: la presidenta del Congreso, teóricamente neutral, replicando a Rivera como si fuera una diputada del PSOE más y no la tercera autoridad del Estado.
Ésta le respondió que todas las fórmulas empleadas para el acatamiento habían sido "respetuosas" (se notó que lo llevaba estudiado) y acordes a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. También solicitó, para la nueva legislatura, "respeto a la Constitución, a la ley y al otro".
En su primer discurso como presidenta, Batet imploró que ésta no sea una legislatura de "gritos" y asimismo "no banalizar la actividad parlamentaria". "Sabremos dejar una España mejor de la que hemos recibido", expresó a modo de deseo.
Ya fuera de la Cámara, al término de la sesión, Casado se unió a la causa de Rivera y demandó a Batet que "revise" las fórmulas de juramento o promesa. Según él, lo ocurrido es "gravísimo" y una "vergüenza internacional".