Rebelión en el PP contra Cayetana para que Casado no le nombre portavoz
El "lobby" contrario a la diputada por Barcelona está liderado por los barones, que creen que los resultados del 26-M demuestran que al PP le va mejor moderándose. Y ella es ala dura.
Pablo Casado quiere confeccionar una especie de gobierno en la sombra valiéndose del grupo parlamentario y del organigrama del partido, un equipo que cubra todos los -muchos- frentes temáticos de oposición a Pedro Sánchez. En competencia directa con Ciudadanos.
En el epicentro habrá una pieza clave: el nuevo, o la nueva, portavoz en el Congreso. Un cargo que está haciendo correr muchas especulaciones en los últimos días entre los populares y solo una certeza: se está haciendo de rogar porque Casado quería esperar el veredicto del 26-M antes de decidirse. De hecho el PSOE, Ciudadanos, Podemos y Vox han nombrado ya a los suyos.
A la luz de los resultados, que han sido para el PP significativamente mejores que el 16,7% del voto obtenido en las generales (22,21% en las autonómicas y 24,22% en las municipales), en el PP ha cobrado más fuerza una corriente que se opone a la posible designación de Cayetana Álvarez de Toledo.
Ésta gusta mucho a Casado, que de hecho la convirtió en una de las musas de la campaña de las generales (que fue como fue). Pero él mismo sabe que Álvarez de Toledo no tiene demasiadas simpatías en amplios sectores del partido. Y ése es su dilema. Porque también suenan nombres como los de Cuca Gamarra e Isabel García Tejerina, las directoras de las campañas del 26-M.
Este lobby contrario a Álvarez de Toledo está liderado por los propios barones del partido, algunos de los cuales le han hecho saber al presidente del PP que después de haber virado hacia el centro en la estrategia sería un "error" decantarse por la línea dura, aznarista, de la única diputada por Cataluña. Que dijo de Manuela Carmena, por ejemplo, que era una "abuelita" que hacía una política "senil".
Consideran que las urnas del domingo dejan la enseñanza de que los españoles quieren del PP moderación. Y que por tanto se necesita más "temple" para un cargo de tanta visibilidad como el de portavoz en el Congreso. Para calibrar la importancia del nombramiento, cabe recordar que en los tiempos de Mariano Rajoy en la oposición fue portavoz en el Congreso Soraya Sáenz de Santamaría, y luego llegó a vicepresidenta.
Como le dijo el extremeño José Antonio Monago en el almuerzo que el lunes Casado mantuvo con sus presidentes regionales en Génova 13, España no es Madrid, y por tanto el PP tiene que levantar el vuelo más allá de la capital y de su siempre acalorada temperatura política.
Varios de los comensales entraron y salieron de ese encuentro con la percepción de que su jefe de filas no ha leído los resultados con "humildad" ni ha reconocido que la clave de la mejoría ha estado en la moderación, por eso temen que "vuelva a las andadas", en palabras de uno de ellos. "Cayetana es Aznar", resume otro.
El gallego Alberto Núñez Feijóo llegó a preguntarle a Casado en privado que, si como había sostenido en rueda de prensa no había habido tal giro al centro, cómo explica el aumento del porcentaje de voto, si era acaso una cuestión de candidatos (lo que dejaría en mal lugar a Casado, que fue candidato en las generales que fueron desastrosas y no en éstas que han ido mejor).
El líder de los populares resolverá el enigma en una Junta Directiva Nacional que aún no tiene fecha, pero que será lógicamente antes del debate de investidura de Pedro Sánchez.
Entretanto sigue el goteo de bajas en su reducido grupo parlamentario. Primero salieron del mismo Andrea Levy y Daniel Lacalle, y en las últimas horas ha anunciado su renuncia el exministro de Justicia Rafael Catalá. Es muy posible que tampoco ésta sea la última.