El montaje que urdió el nuevo número dos de Podemos contra una rival política
Alberto Rodríguez es, a pesar de su estilo desenfadado, un killer político capaz de inventarse una patraña contra una diputada canaria que le estorbaba y convertirla en viral.
Pablo Iglesias se ha puesto en manos de Alberto Rodríguez para contener la rebelión que amenaza su supervivencia política al frente de Podemos.
El diputado canario y nuevo secretario de Organización de los morados es un desconocido para el gran público, más allá de ser reconocible por sus rastas, que dejaron a Mariano Rajoy con la boca abierta la primera vez que le vio desfilar delante de él en el Congreso.
A pesar de su estilo desenfadado -y desaliñado-, no es oro todo lo que reluce en el nuevo número dos de Podemos. Y si no que se lo pregunten a la veterana diputada de Coalición Canaria Ana Oramas, contra cuya familia orquestó Rodríguez una campaña de difamación feroz por un puñado de votos.
La historia comienza en la campaña de las elecciones generales de diciembre de 2015. Durante un acto de Alberto Rodríguez en compañía del propio Iglesias y de Íñigo Errejón, el canario acusó a la familia de Oramas de explotar laboralmente a mujeres pobres, entre ellas su abuela Concha, "que tenía la pobre los deditos reventados de artrosis". A ella y a las hermanas de ésta.
Según dijo, su abuela trabajaba sin contrato ni derechos cosiendo para familias ricas de La Laguna, una de ellas la de la diputada de Coalición Canaria. "Cuando iban a cobrar a veces les tiraban el dinero al suelo. Se burlaban de ellas las hijas y las nietas de estas familias ricas. ¿Ustedes saben el apellido de la familia que les hacía todo eso a mi abuela y a sus hermanas? Oramas".
Éste es el vídeo:
Jamás aportó pruebas de aquello a pesar del sufrimiento que con tan grave calumnia causó a la familia de la diputada canaria. Hasta que un par de meses después Rodríguez afirmó en una entrevista: "Solo tracé un alegato sobre la diferencia de clases. Hoy todavía se viven situaciones vejatorias y de desigualdad similares o peores que en el tardofranquismo. Pero nunca quise ofender personalmente a Ana Oramas. En política se debe confrontar lo que haga falta, pero yo no busco descalificar a nadie".
Pero la ofendió, y mucho. Cuando el vídeo se viralizó hace dos años, la propia agraviada reveló que Rodríguez le había tenido que pedir perdón en privado por esparcir mentiras sobre su familia. De eso fue capaz el nuevo hombre fuerte de Iglesias.