Otras elecciones serían la tumba de Iglesias y el PP se repondría a costa de Vox
El empeño del líder de Unidas Podemos en un gobierno de coalición puede romper la cuerda. Y si se rompe, no saldrá con vida, a juzgar por los resultados del sondeo que publica ESdiario.
El trasvase de voto beneficiaría al PP, al PSOE y a Cs, por este orden.
Ahora sí, la música de la investidura empieza a sonar. Y Pedro Sánchez busca pareja de baile. O parejas. El presidente en funciones se reúne este martes en el Congreso con Pablo Iglesias, Pablo Casado y Albert Rivera -por separado- para explorar acuerdos.
Su escenario idílico sería lograr el apoyo de Unidas Podemos y la abstención del PP o de Ciudadanos, para evitarse la llamada vía navarra (Unidas Podemos, PNV, PRC, Compromís y la abstención de Navarra Suma). Y eso fue lo que pidió el jueves en La Moncloa tras aceptar el encargo del Rey de formar gobierno.
No obstante, aunque a día de hoy tanto Casado como Rivera se niegan a dejar pasar a Sánchez con una abstención, la presión sobre sus cabezas es creciente. Hasta el punto de que este lunes José Luis Ábalos amenazó con unas nuevas elecciones. "Y las urnas también tienen memoria", remató.
En cualquier caso, casi todo pasa por Unidas Podemos, y el empeño de Iglesias en un gobierno de coalición puede acabar rompiendo la baraja. O, al menos, frustrando la primera votación de investidura de Sánchez y obligando a una segunda tras el verano. Quién sabe.
La obstinación de Iglesias es directamente proporcional a su debilidad, pero ha de saber el líder de Unidas Podemos que si los españoles se ven abocados a una repetición electoral su partido será el gran perjudicado. Y, en segundo lugar, Vox. Por lo que habría notables movimientos en ambos bloques, el de izquierdas y el de centro derecha.
La encuesta mensual elaborada por Demoscopia y Servicios para ESdiario (1.000 entrevistas telefónicas entre el 4 y el 7 de junio) revela que si el bloqueo derivara en unas segundas generales, Unidas Podemos se hundiría en beneficio de Sánchez. El partido morado podría perder hasta 18 escaños y quedarse únicamente con 24, con un descenso de 3,5% en intención de voto: se quedaría en el 10,8%.
El PSOE solo tendría que sentarse a esperar ver el cadáver de su enemigo pasar y recoger los frutos: subiría hasta 11 escaños, de 123 a 134; y 1,7 puntos en porcentaje de voto, hasta situarse en el 30,4%.
No obstante, no todo el voto que abandona a Unidas Podemos iría al PSOE. También una parte importante caería en el saco de la abstención, hasta un 15%. Ese porcentaje da idea de lo decepcionados que están los votantes de Iglesias con la falta de autocrítica tras los pésimos resultados de las últimas citas electorales, por más que el Consejo Ciudadano de Podemos cerrara este sábado filas en torno a su líder (casi todos son afines).
En el bloque de centro derecha también se producen cambios sustanciales. Si los españoles fueran convocados nuevamente a las urnas, el PP y en menor medida Cs crecerían a costa de Vox, que ya viene de perder votos en las elecciones municipales y autonómicas.
En la encuesta de ESdiario, el 23% de quienes afirman que votaron a Santiago Abascal sostienen que ahora votarían a Pablo Casado. Uno de cada cuatro. Y otro 10% se inclinaría esta vez por Albert Rivera, lo cual no deja de resultar llamativo. La fidelidad de voto entre los votantes de Vox es, de hecho, la más baja: del 60%.
¿En qué se traduce? En que de celebrarse hoy nuevas elecciones el PP podría pegar un subidón de 18 escaños, de 66 a 84, y mejorar su porcentaje de voto en 4,4 puntos hasta situarse en el 21,1%. Es, de hecho, el partido que más crece.
Cs también lo haría, aunque menos. Podría mejorar sus resultados en 6 diputados, hasta quedarse con 63, y crecer en porcentaje de voto 1,7 puntos, hasta el 17,6%.
Vox sería la cruz de la moneda del centro derecha, con un retroceso de 2,4 puntos (del 10,3% que obtuvo el 28-A al 7,9%) y de 11 escaños. Lo cual quiere decir que Los 24 de Vox, como se hacen llamar los diputados de la formación de Abascal, se quedarían en 13.
Viendo estos resultados, es difícil pensar que Iglesias vaya a tensar la cuerda tanto como para romperla, porque a él menos que a nadie le interesan unas nuevas generales. Ya se lo dijo Sánchez el jueves, aunque el líder de Unidas Podemos no quiera oír: "No hay otra alternativa posible. O gobierna el PSOE, o gobierna el PSOE". Y, si no le deja, Iglesias estará condenándose al garrote vil de una repetición electoral.