Romeva suelta esta frase desafiante en su alegato para amedrentar a Marchena
El exconsejero advierte a los magistrados de que van a juzgar a "2 millones de catalanes". Y les pide "valentía" al tribunal para una sentencia absolutoria en la que ni él cree.
Mientras Oriol Junqueras optaba por un mensaje de humildad, disfrazándose de hombre bueno; Raúl Romeva ha optado por la arenga y el tono mitinero. Con una frase destinada, o a amedrentar al tribunal o, al menos, a tratar de impresionarle.
"En este banquillo no estamos sentadas doce personas sino dos millones que se sienten concernidas con lo que ha pasado y con la decisión que ustedes van a adoptar, que esperan que sea valiente", ha apelado Romeva directamente al magistrado Manuel Marchena y sus compañeros.
A lo largo de su breve exposición en su último turno de palabra, el exconsejero de Exteriores ha reprochado a las acusaciones que hayan tratado de construir un relato de odio a España y a lo español por parte de los procesados que él considera falaz e irresponsable; y ha añadido que hoy pueden ser ellos los afectados "pero mañana puede ser cualquiera".
También ha dicho que existe antes del dictado de la sentencia una "oportunidad" y que "por el bien de todos" debería convertirse en una respuesta que permita seguir avanzando.
En su discurso, que ha sido algo más extenso que el de Junqueras, ha insistido en que durante el juicio las acusaciones han buscado "escarmentar y castigar una ideología" y que por ello las hipótesis planteadas se han fundamentado "en un sesgo en absoluto disimulado y ratificado en unos informes finales que pretenden dibujar una realidad que nunca ha existido". "No por repetirlo mil veces una mentira se vuelve verdad", ha añadido.
En este punto, ha reclamado que se escuche a los dos millones de personas "que llevan años manifestándose de forma cívica para formar parte de una república catalana" o las cartas que los presos de esta causa leen en la "soledad de sus celdas", y así comprobarían que el odio no les mueve "en absoluto".
Según Romeva, lo que mueve a esas personas es la "frustración" como la que causó la sentencia sobre el Estatut de Cataluña que dictó el Tribunal Constitucional en 2010 frente a la "incomprensión" de un Estado que sigue "sin ofrecer una respuesta política a un problema político".
"Lo hicimos como lo hicimos porque no pudimos hacerlo de otra forma", ha tratado de justificarse Romeva, para indicar que hacer un referéndum "incluso si este es ilegal no es delito Código Penal en mano". En todo caso, respecto al derecho de autodeterminación el exconsejero de exteriores ha señalado que siempre lo ha defendido sin violencia y que nunca encontrarán una afirmación suya en sentido diferente.