Cerrar

Rivera, el negociador: Cs derriba feudos y se hace con un gran poder territorial

Cs está sabiendo jugar bien sus cartas y convertir sus votos en alcaldes, consejeros, presidentes de diputaciones y de parlamentos autonómicos, para gestionar presupuestos millonarios.

Albert Rivera ante la muralla de Ávila.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Ciudadanos ha alcanzado su madurez política 13 años después de que un jovencísimo Albert Rivera se presentara desnudo, literalmente, a las elecciones catalanas de 2006 con el eslogan Ha nacido tu partido. Que por entonces era Ciutadans.

Tras la experiencia de la Junta de Andalucía, Rivera se había marcado las elecciones municipales y autonómicas como el momento de dar el gran salto y entrar en otras comunidades, en ayuntamientos y en diputaciones, y vaya si lo ha hecho.

En estas semanas de arduas negociaciones, Cs ha sabido jugar bien sus cartas y convertir sus votos en poder territorial donde gestionar presupuestos millonarios. A veces multiplicándolos como en el milagro de los panes y los peces, porque solo en las elecciones municipales sacó 19.541 concejales menos que el PSOE y 17.537 menos que el PP.

A esta hora los de Rivera se han garantizado su entrada en los gobiernos regionales de la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Murcia, y si la coalición Navarra Suma (integrada por UPN, PP y Cs) finalmente se hace con la Comunidad Foral, también allí.

Sus candidatos serán vicepresidentes en los gobiernos madrileño, castellano y leonés y murciano y Cs, además, suma ya cuatro presidentes de parlamentos autonómicos: Marca Bosquet en Andalucía, Juan Trinidad en Madrid, Alberto Castillo en Murcia y casi con total probabilidad Luis Fuentes en Castilla y León (las Cortes castellanas y leoneses aún no se han constituido).

Es precisamente en esta última Comunidad donde los naranjas más han exprimido sus escaños y concejales en una mesa de negociación nacional liderada por Teodoro García Egea y Javier Maroto por parte del PP y por José Manuel Villegas y José María Espejo por la de Cs.

Como los populares no están dispuestos a ceder la Alcaldía de Madrid, la joya de la corona del poder municipal, con un presupuestos superior a los 4.800 millones de euros al año, tenían que cederles alguna otra a cambio. Y ésas serán las de Burgos y Palencia, cuyos hasta ahora alcaldes correrán suertes distintas.

El de Burgos, Javier Lacalle, fue elegido el 26-M senador, así que tiene salida. En cambio el de Palencia, Alfonso Polanco, no. La situación en la capital palentina es especialmente sangrante para el PP, puesto que triplicó en concejales a Cs (9 a 3). Alguien tenía que pagar,

Al PPCyL no le ha quedado más opción que aceptar las condiciones de Cs. Según les dijo este jueves su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, en una reunión interna para evaluar y digerir el alcance de las pérdidas, era eso o echar a Cs en brazos del PSOE y perder todo. También la Junta.

Una reunión de la Ejecutiva de Cs.

En Castilla-La Mancha y Extremadura los naranjas también tendrán alcaldes, aunque en este caso pactando con el PSOE, una vez que el Comité Ejecutivo Nacional de Cs aprobó la semana pasada que, si bien el PP sería el socio preferente, no el único.

De momento lo amarrado es que los de Rivera se turnarán con los socialistas en las alcaldías de Albacete y Ciudad Real, y entrarán en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara. También parecen bastante encarrilados los pactos en los ayuntamientos de Cáceres y Badajoz.

En Andalucía es muy posible que Cs se haga con la Alcaldía de Granada para Luis Salvador, y que asuma responsabilidades en el Ayuntamiento de Córdoba. En ambos casos, el pacto es con el PP. De hecho este mismo jueves unos y otros anunciaron un acuerdo global en Andalucía que incluye decenas de municipios andaluces que irán detallando.

Y, además de las comunidades, parlamentos regionales y ayuntamientos, Cs se está haciendo con el control de diversas diputaciones provinciales. En la de Málaga gobernará en coalición con el PP, que será el que siga presidiendo la institución.

En Castilla y León aún no están definidas cuáles, pero presidirá varias. Se habla de las de Burgos y Segovia, aunque es algo que tendrá que negociarse a escala local y autonómica. Pero es a lo que aspira Cs.

El naranja se ha colado entre el rojo y el azul en el mapa del poder territorial.