El nombre de Carmena no cesa como ministra "independiente" de Pedro Sánchez
¿Cuáles son los ministros independientes que baraja Sánchez? Hay muchos, pero tres nombres pesaron más que otros. Uno ya ha caído, y entre los otros dos está la exalcaldesa.
"Independientes de prestigio". Ésa es la coletilla que utilizan Pedro Sánchez y los suyos para explicar cómo será el Gobierno si logra la investidura. Una fórmula que ya utilizó en su primera legislatura, la de la moción de censura, para incluir a nombres como Pedro Duque, Grande Marlaska, el fallido Maxim Huerta o, en el caso de la secretaría de Estado de Comunicación, de Miguel Ángel Oliver.
Fue sin duda un acierto, al menos en términos de imagen, que Sánchez quiere repetir, aunque no de la misma manera, según fuentes del entorno monclovita bien conocedoras de las cavilaciones del ahora presidente en funciones.
Porque, a diferencia de en la anterior ocasión, la sorpresa no puede ser la misma, ni siquiera aunque se logren fichajes de altura, que alguno va a haber: se trabaja en perfiles tipo "Marcos de Quinto" para ofrecer solvencia económica, pero también -y mucho- en el ámbito de la Cultura, los medios de comunicación, la judicatura y Cataluña.
Pero hay un perfil más, quizá el auténticamente novedoso, que quieren encajar en el epígrafe de independiente, aunque no sea sencillo: el de políticos reconocidos que, sin embargo, no militan en el PSOE. Ésa es su "independencia".
En esa nominación sonó, casi antes de nadie, Ada Colau, cuando se calibró dejar a ERC acceder a la alcaldía de Barcelona con el respaldo activo de los comunes y el pasivo del PSC-PSOE, pero esa opción embarrancó por la intervención de Manuel Valls, que hizo recular a una Colau que sonaba ya para ministra de Vivienda.
El segundo nombre de la lista es Ángel Gabilondo, que ya con 70 años no volverá a ser candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid si no lo logra ahora, una opción improbable pese a las desavenencias de PP, Cs y Vox.
Su retiro dorado sería volver al Ministerio de Educación, debutar en Cultura o en uno de bautismo nuevo que engrose la investigación, la ciencia, la tecnología y los grandes asuntos como la despoblación. Pero esto es una incógnita. Solo está claro que los socialistas madrileños le ven de salida y que Sánchez le admira profundamente.
El tercero, que no el último porque se esperan sorpresas, es el de Manuela Carmena, desalojada de la alcaldía de Madrid. "Es un empeño personal de Sánchez, que ya la quiso como candidata del PSOE, y si puede conseguirlo, no dudará en incorporarla", aseguran fuentes políticas a ESdiario.
Pero hay dos problemas. Integrar a Carmena y despreciar ministerios de Podemos es un problema político doble que Pablo Iglesias se tomaría mal, muy mal. Y el segundo es que ella quiera. Carmena no se sentía al borde de la jubilación política, y eso rema en favor de Sánchez. Pero una vez producida, tiene ganas de disponer de más tiempo libre.
Es difícil saber el desenlace. En el entorno de unos y otros es fácil encontrar voces autorizadas que sostienen lo uno y lo contrario, con los mismos argumentos sólidos. Solo Sánchez y Carmena lo saben. Y quizá ni ellos. Pero alguien estaría especialmente encantado: Íñigo Errejón, huérfano de abuela en Más Madrid en pleno debate sobre el salto nacional del partido.