Artur Mas pone otro clavo en el ataúd de Puigdemont y no descarta volver él
Un semiolvidado Puigdemont, recluido en Bélgica y derrotado por Junqueras, encuentra un nuevo obstáculo: su padrino no descarta dar el paso y retornar a la vida política.
Fugado, con causas pendientes, olvidado por muchos, superado por Junqueras en las urnas y, ahora, traicionado por Artur Mas, con el que ya mantenía unas relaciones gélidas pese al disimulo en público. Y es que el padrino político del exiliado, no descarta ya volver a la primera línea política, si sus problemas pendientes con la Justicia no se lo impiden en términos de inhabilitación, vigente en estos momentos.
Así, el expresidente de la Generalitat no ha descartado este viernes volver a ser candidato en unas elecciones catalanas una vez termine su inhabilitación, en febrero de 2020, tras asegurar que no se ha cerrado "nunca con un no rotundo".
"No me he cerrado nunca con un no rotundo, pero en condiciones mínimamente normales mi rol no es volverme a presentar a unas elecciones al Parlament. La balanza está más inclinada por el no que por el sí", ha destacado en una entrevista en Catalunya Ràdio, que sigue volcada en las voces del procés.
Según Mas, si le preguntan si tiene ganas de volver a presentarse, la respuesta es no, pero deja claro que si le preguntan por si ahora lo descarta, no puede ni quiere hacerlo: "En unos meses podré. Se trata de saber si querré. Y si quiero, se trata de saber si es posible. Si la respuesta es ahora, es no".
Derrotado por todo
Todo ello coincide con la progresiva marginación de Puigdemont, atado de pies y manos tras fugarse a Bélgica y sin posibilidad, pese a sus intentos y trucos, de lograr un cargo público como eurodiputado con el que lograr inmunidad.
La comparación entre la huida del líder de Junts y el cautiverio de Junqueras ,unida a la irrelevancia de Quim Torra, ha resultado terrible para los intereses electorales de la vieja Convergencia, lo que también explica la respuesta de Mas, que percibe una evidente orfandad de liderazgo en un partido que un día fue hegemónico y hoy está destrozado en distintas facciones y superado, con una rotundidad sin precedentes, por ERC.