La semana exprés de Almeida: con estas medidas se estrena el alcalde de Madrid
El alcalde de Madrid ha tomado sus primeras decisiones. El primer objetivo es desmontar las medidas que tomó Carmena. Pero eso no basta. Los ciudadanos quieren más por menos.
José Luis Martínez-Almeida he tenido una primera semana exprés en el nuevo Ayuntamiento de Madrid. En pocos días ha tomado algunas medidas que pretenden definir lo que va a ser su gobierno los cuatro próximos años.
La primera ha sido la de paralizar, a partir del mes de julio, las multas de ‘Madrid Central’ una de las pocas medidas que puso en marcha el Ayuntamiento de Manuela Carmena y que no fue debatida y negociada como exigía la situación.
Almeida ha prometido que ahora habrá debate y se escuchará a todo el mundo. La vicealcaldesa Villacís ya ha advertido que de retirar totalmente la prohibición nada de nada.
No le falta razón a Villacís. En ninguna ciudad de Europa se puede acceder al centro tan libremente como hasta hace poco en Madrid. Habrá restricciones en beneficio de todos.
Pero las cosas en una sociedad abierta hay que hacerlas contando con todos. Mejorar el aire de Madrid bien merece un esfuerzo y escuchar no solo las alegaciones oficiales (que siempre se rechazan), sino las excepciones necesarias en la transición hacia la prohibición total al paso al centro de vehículos contaminantes.
Otra de las decisiones que ha tomado el nuevo alcalde ha sido que la Policía Municipal pueda celebrar su patrón, San Juan, como el cuerpo quiere. Vuelven al Retiro, a la bandera y a escuchar el himno nacional.
Ahora Madrid, y sus concejales, se avergonzaban de la Policía Municipal y escondió su fiesta durante cuatro años. Un auténtico disparate.
Su plan director, que costó un dineral, es un bello canto imposible en una policía que tiene muchos problemas y que está en permanente negociación de sus reivindicaciones profesionales.
Gallardón no fue mejor para la Policía. Su conflicto con el cuerpo, hasta la llegada del concejal Núñez con Ana Botella, fue constante y permitía la fiesta en El Retiro, pero no la entrada de los ciudadanos por temor a la bronca con los sindicalistas.
Los fracasos de Carmena
La fiesta de la Policía necesita muchos cambios (había hasta un campeonato de mus que se jugaba durante la jornada de trabajo), pero no esconderla.
Las chapuzas de Ahora Madrid y Manuela Carmena han sido de matrícula de honor. Pero tenía carisma y buenas intenciones
Esta no fue más que una de las desastrosas medidas de Carmena con su policía. Ya ha sido cesado el director general que se presentó a unas oposiciones del cuerpo a pesar de ocupaba ese puesto de máxima responsabilidad.
También han echado al policía nacional que el concejal Barbero trajo porque pensaba que había grandes redes de corrupción en el cuerpo. Lo único que se conoce en la lucha contra las corruptelas fue el cierre del bar de una unidad…
También se ha desbloqueado el expediente de las cocheras de Cuatro Caminos para que las 443 familias que habían comprado su piso en esa cooperativa puedan poner en marcha sus viviendas, con cuatro años de retraso. La Operación Chamartín parece que también se va a agilizar después del parón de Ahora Madrid.
Hasta aquí todo parece que son buenas medidas. Almeida/Villacís están en la fase de recogida de las chapuzas de Ahora Madrid que han sido de matrícula de honor. Conoceremos en los próximos días nuevas decisiones para que las cosas vuelvan a la normalidad tras estos cuatro años perdidos.
Los conflictos pendientes
Pero luego, y no debería pasar mucho tiempo, vendrá la hora de tomar decisiones. ¿Qué hará finalmente con el tráfico en el centro? ¿Qué hará con la venta ambulante? ¿De verdad que bajará los impuestos? ¿Mejorará el transporte público? ¿Cerrará el conflicto permanente con la Policía Municipal?
Hemos tenido una alcaldesa que era una buena representante de la ciudad y que tenía el carisma del que carecen el alcalde y la vicealcaldesa. Se le recordará por su talante y buenas intenciones, pero no por sus obras. Amortizaron mucha deuda de Gallardón porque no supieron gastarse el dinero que generan los fuertes impuestos que tenemos en Madrid.
Los nuevos no tienen el carisma de Carmena. No tienen más remedio que hacer más cosas y que nos cuesten menos. Lo cual no parece muy difícil visto lo visto. Si no lo hacen, los ciudadanos les mandaremos a hacer magdalenas.