El alegato de Rivera a sus bases que ha aplaudido la inmensa mayoría de Cs
Se había ausentado públicamente desde que este lunes estalló la rebelión de los "garicanos". Pero el líder naranja no ha podido hablar más claro. Ni más alto. Al sanchismo, ni agua.
Dicen que a veces en política, es conveniente dar un paso atrás para dar otros dos hacia adelante. Eso es lo que ha debido pensar Albert Rivera, en la que sin duda ha sido su semana más revuelta desde la fundación de Ciudadanos.
El lunes, con el pulso propuesto por el sector afin a Luis Garicano en la propia Comisión Ejecutiva, y con las dimisiones de Toni Roldán, de Javier Nart y del líder naranja en Asturias, Juan Vázquez. Tras ella, la propuesta de facilitar la investidura de Pedro Sánchez.
Desde entonces, Rivera delegó en sus más fieles -Inés Arrimadas y José Manuel Villegas- la defensa de ese otro no es no, y dio un paso atrás. Ha conversado mucho y con muchos. Y este viernes, ha reaparecido con un único objetivo: despejar cualquier duda entre sus dirigentes, entre sus bases y entre sus votantes.
Rivera ha aprovechado el foco mediático de la cita del Consejo General -el máximo órgano entre asambleas- y ha rechazado las presiones del líder del PSOE y "sus tentáculos", insistiendo en que no facilitará su investidura como presidente del Gobierno. También ha lanzando otro aviso a los que quieren que Sánchez "campe a sus anchas", les ha invitado a montar un partido.
"Si algunos piensan que el sanchismo tiene que campar a sus anchas, que presenten un partido político", ha dicho en su discurso, donde ha defendido que el partido toma sus propias decisiones, que deben ser "libres y sin tutelas".
Los 4,2 millones de españoles que votaron a Ciudadanos en las elecciones generales del 28 de abril "son los únicos que nos deben importar", ha subrayado, recordando la promesa electoral de no mantener a Sánchez en la Moncloa.
Y para quienes pensaban que el recado de Rivera iba en clave interna, fuentes de su equipo han aclarado: "Lo de que se formen un partido iba por patronal, sindicatos o bancos que le dicen lo que tiene que hacer".