Sánchez se quita la careta con Cs: rechaza una coalición y exige apoyo gratis
El líder del PSOE deja en evidencia a los críticos de Cs al reconocer que ni se plantea una coalición con Rivera pero, además, le reclama un cheque en blanco.
Los críticos de Ciudadanos llevan días comportándose como si Rivera estuviera empecinado en rechazar un gran acuerdo con Pedro Sánchez que libraría al Gobierno del doble peaje del independentismo y de Podemos. Pero el ensueño, que nunca fue real, ha terminado por quebrarse con las palabras, francas y directas, del propio líder socialista.
Y es que Sánchez ha confesado desde Japón, donde se reúne el G-20, que no tiene la más mínima intención de proponerle un acuerdo a Cs que desembocara en un Gobierno de coalición y un programa de acción compartido.
"Este Gobierno quiere gobernar desde la izquierda, con políticas progresistas para la sociedad española", ha dicho el presidente en funciones, descartando de manera nítida la posibilidad de ofrecerle nada al partido naranja al que, paradójicamente, se lo exige todo. Y también al PP.
"No les pido que voten a favor pero al menos que faciliten con su abstención la investidura. Vamos a trabajar con todos para que haya Gobierno en España", espetó, obviando que él mismo tuvo bloqueado al país durante más de un año y le obligó a celebrar dos veces Elecciones Generales en el lapso de seis meses.
Los críticos, por los suelos
Las palabras de Sánchez dejan por los suelos a Toni Roldán, Javier Nart y especialmente Luis Garicano, los tres dirigentes de Cs que han dimitido de sus puestos o criticado el supuesto bloqueo de Rivera a un inexistente pacto que nunca le ha ofrecido al PSOE.
El discurso del PSOE, que por distintas razones también reclama lo mismo a PP y a Podemos, es elocuente: o le dan un cheque en blanco, o convocará de nuevo comicios.