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La parálisis de Sánchez: así está bloqueada la "sala de máquinas" de España

La inoperancia del presidente en funciones y su estrategia de "esperar y ver" amenaza el funcionamiento de organismos clave: CNI, CGPJ, Supremo, Constitucional o RTVE.

La agenda paralela de Pedro Sánchez: brillo, sí, al fango de la investidura, menos.

Publicado por
Miguel Blasco

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Una directora del espionaje interina, un presidente del Poder Judicial caducado, una administradora única de la radiotelevisión pública provisional... Interina, caducado o provisional son términos que definen bien gráficamente lo que supone para el funcionamiento de España la "pachorra" con la que Pedro Sánchez ha encarado la negociación de su investidura.

Un bloqueo, que nadie duda se va a prolongar al menos hasta septiembre, que no solo afecta al Gobierno -limitado a ejercer en funciones hasta que haya un nuevo presidente y un nuevo Consejo de Ministros-, sino a la maquinaria del Estado, a media decena de organismos suprapartidistas vitales para el funcionamiento de España.

En posición de bloqueo está uno de los organismos más sensibles para la seguridad nacional, el Centro Nacional de Inteligencia. El CNI está desde hace pocos días con una responsable interina, Paz Esteban, tras el cese obligado por ley de su director general, Félix Sánz Roldán.

Los más de 3.00o agentes trabajan con normalidad y Esteban tiene una extraodinaria cualificación y experiencia, pero fuentes de Defensa reconocen su preocupación por la hipoteca que supone que La Casa no disponga de un interlocutor homologado y legitimado por el Parlamento con el resto de jefes de los servicios aliados.

La situación es especialmente preocupante en el CNI dado que habrá que esperar no solo a la investidura, sino a la conformación del Gobierno, el rediseño del organigrama interdepartamental -si sigue dependiendo de Defensa o de Vicepresidencia- y al preceptivo consenso parlamentario.

El Centro Nacional de Inteligencia ha entrado en fase interina, con Paz Esteban al frente.

Más tiempo aún lleva bloqueado el Poder Judicial tras el fiasco de la designación del juez Manuel Marchena para presidir el CGPJ y el Tribunal Supremo tras su espantada al sentirse utilizado por los partidos. En funciones sigue así Carlos Lesmes, con nombramientos muy sensibles congelados sine die.

Y que decir de RTVE, con su concurso público varado en el Congreso de los Diputados y Rosa María Mateo en una provisionalidad que chirría, ante la imposibilidad añadida de ejercer control parlamentario sobre la llamada Administradora Única.

Entre los partidos de la oposición, no se oculta la preocupación por el hecho de que organismos del Estado llamados a estar dirigidos por consenso y lejos de la batalla partidista vayan a sguir al menos hasta final de año en esta situación de interinidad. Pero, en este aspecto, la parálisis de Pedro Sánchez es también la parálisis de tan importante maquinaria del Estado.