La única socialista que defiende gobernar con Podemos rompe la unidad del PSOE

El PSOE ha cerrado filas con Pedro Sánchez y su decisión de no incluir a Pablo Iglesias en el Consejo de Ministros. Bajo ningún concepto. Y menos después de su consulta a la militancia, una "mascarada" a decir del presidente en funciones.

Incluso Emiliano García-Page, el primer socialista que metió a los morados en su Gobierno la pasada legislatura -concretamente les dio la Vicepresidencia-, se niega ahora rotundamente a que Unidas Podemos, y más especialmente su líder, tengan carteras ministeriales.

Sin embargo, hay una voz disidente en el férreo discurso socialista: la de la presidenta de Baleares, Francina Armengol.

Armengol se ha convertido en un verso suelto dentro del monolítico argumentario socialista. Uno muy incómodo. Llegando a decir cosas como ésta: "Yo no tendría ningún problema en que hubiera ministros de Podemos u otros cargos dentro de la administración estatal que fueran de otro partido político".

Y también: "A veces hablo con gente del PSOE que ve raro que haya ministros de otros partidos. Y yo digo que es lo normal en los gobiernos de coalición". E incluso ha declarado a El Periódico de Ibiza, en alusión a su pacto regional: "El hecho de que Podemos forme parte del Govern es un elemento muy positivo y garantiza mayoría. Eso me da tranquilidad y sosiego".

¿Por qué tanto colegueo con Podemos en medio de las enormes tensiones entre Sánchez e Iglesias? Para gobernar una segunda legislatura, Armengol se ha visto obligada a meter a Podemos y a Més por Mallorca en su Ejecutivo. Concretamente, los morados ostentan la Vicepresidencia con el juez en excedencia Juan Pedro Yllanes, que la compatibiliza con la Consejería de Transición Ecológica.

De ahí que la presidenta balear tenga una visión muy distinta y no quiera enfadar a sus socios de gobierno con sus declaraciones.

Tanto ella como Ximo Puig, que también ha tenido que introducir a Unidas Podemos en su Gobierno, han tomado ya posesión y por tanto las balas entre socialistas y morados no les pasan tan cerca. Pero peor suerte está corriendo la candidata socialista a la Presidencia de La Rioja, Concha Andreu, con quien los de Iglesias están pagando su frustración.

Este martes Andreu perderá la votación de investidura porque la única diputada de Unidas Podemos votará en contra: quiere tres de las ocho consejerías y como el PSOE no se las da, no apoyará a su candidata. "Si quieren gobernar, primero aprendan a negociar", ha afirmado la portavoz morada, Raquel Romero. Sus palabras son un calco de las de Iglesias.