Urkullu saca pecho en Nueva York porque la ONU sigue los "ideales" de los vascos

El espíritu fundacional de las Naciones Unidas es poco menos que un 'corta pega' de los valores vascos. Así de claro lo ha dejado el lehendakari, Iñigo Urkullu, en una conferencia ante la colectividad vasca en Nueva York, donde ha defendido que el País Vasco "representa la ambición de ser y tener voz propia en el mundo global", como si de un líder global se tratara.

De ahí que haya afirmado sin rubor que "los ideales" de los vascos son los que inspiraron la creación de la ONU, "mantener la paz y la seguridad, fomentar las relaciones de amistad entre las naciones, lograr la cooperación internacional para solucionar problemas globales, y servir de centro que armonice las acciones de las diferentes naciones".

Con motivo de este peculiar viaje oficial de Urkullu a la ciudad estadounidense para participar, por primera vez, en el 'High Level Political Forum' de la ONU, se ha celebrado en un céntrico hotel una recepción a la comunidad vasca radicada en Nueva York. Dio paso a la intervención del lehendakari el Delegado de Euskadi en EE UU, Jorge Fernández, que ha recordado que el objetivo principal del viaje oficial del lehendakari a la ciudad de los rascacielos ha sido el de demostrar la contribución de Euskadi al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles recogidos en la 'Agenda Euskadi Basque Country 2030', pero también el de encontrarse con la colectividad vasca.

En su discurso, Urkullu ha mostrado su "profunda emoción" al poder estar con los vascos que residen en Nueva York y que, según ha destacado, dan continuidad "a quienes, desde el siglo XV, salieron de Euskadi al mundo por razones económicas, sociales o políticas, personas que mantuvieron siempre el vínculo con 'ama lurra', la tierra vasca", y que durante siglos han hecho perdurar sus costumbres, cultura, lengua e identidad.

El presidente del Gobierno vasco ha recordado que las huellas vascas en Nueva York se remontan, al menos, al último cuarto del siglo XVIII, y que el embajador Diego de Gardoki y Arriquibar acompañó a George Washington en su juramento como primer presidente de los EE UU. Asimismo, ha defendido que la Euzko Etxea de Nueva York, fundada en 1913, sigue manteniendo más de un siglo después su actividad y prestigio social, y ha remarcado la importancia de que, entre 1941 y 1946, la ciudad estadounidense fuera sede de la Lehendakaritza y marcara una etapa "en la historia del exilio vasco".

También ha aludido a la figura del exlehendakari José Antonio Agirre, quien participó activamente en la Conferencia de San Francisco de 1945, germen de la actual Organización de Naciones Unidas, y ha remarcado que la representación vasca en la ONU se mantuvo hasta 1955, cuando se produjo el ingreso en ella de la España franquista. "Este fue un duro golpe para el Gobierno Vasco en el exilio", ha añadido.

También ha rememorado a Jesús Galíndez, Delegado de Euskadi en Estados Unidos que fue secuestrado en Nueva York, trasladado a la República Dominicana, torturado y asesinado en la dictadura de Trujillo, por su "compromiso en favor de la libertad y los derechos humanos del pueblo vasco".

"Mantener la paz y la seguridad", un propósito de todos los vascos

El lehendakari ha apuntado que Euskadi ha compartido siempre "los ideales" por los que se creó la ONU, los de "mantener la paz y la seguridad, fomentar las relaciones de amistad entre las naciones, lograr la cooperación internacional para solucionar problemas globales y servir de centro que armonice las acciones de las diferentes naciones del mundo".

Ha sido la actualización de estos ideales la que, según ha explicado, dio lugar en 2015 a la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. "El Gobierno Vasco ha sido pionero en Europa con la aprobación de la 'Agenda Euskadi Basque Country 2030'", ha aseverado.

Urkullu ha recordado que el "ideario" de su Ejecutivo "encaja" con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por a ONU. Por ello, ha destacado que, por primera vez, ha participado en una sesión oficial organizada por Naciones Unidas "en representación de una Nación sin Estado como Euskadi".