Celaá vuelve a las andadas y convierte La Moncloa en la sala de prensa de Ferraz
La ministra portavoz en funciones, que ya fue abroncada en su día por la Junta Electoral por su falta de neutralidad, vuelve a convertir en partidista la rueda de prensa del Consejo.
La portavoz en funciones, Isabel Celaá, este viernes tras la reunión del gobierno, también en funciones.
Ya durante la campaña electoral, la Junta Electoral Central puso en su punto de mira las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros y dio un aviso a la Vicepresidencia del Gobierno y a la Portavocía. Pero Isabel Celaá, en funciones como el resto del gabinete, vuelve a las andadas.
Y lejos de limitarse a explicar las reseñas del Consejo de Ministros de este viernes ha vuelto a tomar partido, afear conductas, dictar recomendaciones y pedir auxilio para que su jefe, Pedro Sánchez, sea investido este próximo martes.
Así, Celáa ha justificado que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, no pueda formar parte del gabinete de Pedro Sánchez, si bien ha dejado abierta la posibilidad de que sí pueda formar parte del mismo la portavoz parlamentaria del partido morado, Irene Montero.
Celáa ha elogiado a Sánchez por su oferta "generosa" de gobierno de coalición a Podemos y ha recalcado que España necesita "seguir poniendo en marcha políticas de progreso" y ésa es la "responsabilidad histórica de la izquierda".
Además, ha advertido de que sería una "pretensión inasumible sacrificar el interés general" por el interés de una persona. "No creo que Iglesias él mismo pase por ahí. No creo que lo quiera ni que quiera que por mor de una persona vayamos a sacrificar el interés general la semana que viene", ha enfatizado.
Al ser preguntada expresamente en un par de ocasiones si Irene Montero tendría la confianza del presidentes socialista para sentarse en el Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo ha explicado las razones del veto a Iglesias y ha añadido que todo lo demás es "un escenario abierto".
Celáa, que ha dicho que "en las próximas horas" Pedro Sánchez hablará con los líderes de los partidos, ha llamado a las fuerzas del arco parlamentario a "no bloquear" la investidura porque "el precio empezaría a pagarse" y nos llevaría a un "escenario no conocido". "Hasta ahora no hemos tenido costes de oportunidad pero los tendríamos si hubiera un bloqueo", ha avisado.