Sánchez y sus ministros pierden el respeto a Rivera y se ríen de él a carcajadas
El líder de Cs ha sido muy duro en la forma y el fondo con el candidato socialista, al que ha acusado de tener un plan para perpetuarse y una "banda" para ejecutarlo. "¡Menuda banda!".
En el turno de intervención de Albert Rivera se han vivido los momentos de más bochorno de lo que llevamos de debate.
Pedro Sánchez y sus ministros han perdido por completo el respeto al líder de Ciudadanos, portavoz del tercer mayor grupo parlamentario, y se han reído a carcajada limpia de él, que ha hilvanado un discurso muy duro y crudo tanto en las formas como en el fondo.
Tanto el candidato del PSOE como, a su lado, Carmen Calvo, Dolores Delgado, Margarita Robles, María Jesús Montero, Fernando Grande-Marlaska y José Luis Ábalos. Especialmente las titulares de Justicia y de Hacienda.
¿Y qué es eso que ha hecho tanta gracias al Gobierno de España? Que el presidente de Ciudadanos, certero durante toda su intervención, ha acusado a Sánchez de tener un plan para perpetuarse en el poder.
"Nosotros vamos a oponernos al plan Sánchez. Nos vamos a oponer al modelo de España que usted quiere, que es la España sectaria, la España del divide y vencerás. Que es la España de insultar a los constitucionalistas y lavar la imagen a los que han apoyado un golpe de estado en Cataluña o a los que han legitimado los atentados terroristas durante tantos años, sus socios en esta investidura".
Y ha añadido que quiere ejecutarlo con la que ha bautizado "su banda". "Y menuda banda. Otegi, Puigdemont, Rufián, Podemos, Més en Baleares, los nacionalistas en la Comunidad Valenciana...", ha enumerado.
"Es una banda que lleva operando tiempo, ha continuado, en medio de las risas indisimuladas de Sánchez y sus ministros. A lo que Rivera ha contestado: "A mí no me hace ninguna gracia".
Después el líder de Cs le ha pedido al socialista que no le llame para repartirse los puestos judiciales, ni tampoco los sillones en RTVE. Pero sí le ha dicho que él le llamará, por ejemplo, para sacar adelante su pacto contra la despoblación.
En ese momento a Sánchez se le ha escuchado preguntarle desde su escaño: "¿Me llamará? ¡Bien!", alzando el brazo y sin parar de reír.
En su réplica al socialista se le ha notado su total antipatía hacia el líder de Cs, aunque le ha asegurado que no hay "nada personal". Le ha metido el dedo en el ojo con las dimisiones que ha padecido la formación naranja en las últimas semanas y le ha dicho cosas como: "Su etiqueta es reversible, como las chaquetas"; "Está peleado con la realidad"; y "Ciudadanos es un partido a la fuga".
"Usted ríase de los votantes de Ciudadanos que cada vez son más", ha rematado Rivera.