El PSOE desprecia a Iglesias y busca ahora alianzas imposibles con PP y Cs
Sánchez está perdido en un laberinto del que difícilmente podrá salir: vetado el acuerdo con Podemos, por ahora, reclama un imposible a PP y Cs, que resistirán la presión.
Pose o realidad, el PSOE desprecia a Podemos ahora. No quiere negociar nada con Pablo Iglesias y, de nuevo, vuelve a descartar una coalición para sobrevivir a una nueva investidura, que no tiene fecha y ni siquiera está claro que llegue a celebrarse antes de la fecha tope del 23 de septiembre.
La estrategia ha cambiado, y los altavoces de Sánchez ya se han puesto a amplificarla: forzar al PP y a Ciudadanos a desbloquear la investidura, algo a lo que ambos partidos se niegan "frontalmente", según reconocen fuentes de los dos a ESdiario. Y si ya parecía difícil antes del pacto en Navarra, que llevará a los socialistas a la presidencia gracias a Bildu, con éste en marcha se antoja imposible.
Pero mientras, los socialistas se movilizan para intentar echarle la culpa de todo a Iglesias, sin que esté muy claro cuál es el plan alternativo viable. Si el viernes ese mensaje lo lanzó Carmen Calvo, responsable directa de las negociaciones fracasadas, este sábado le ha tocado a la presidenta del partido, Cristina Narbona.
Así, ha asegurado que su partido "explorará otras vías diferentes" para intentar formar gobierno de cara a septiembre después de que en la investidura fallida del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se viera que "no era posible un Gobierno de coalición" con Unidas Podemos.
"Unidas Podemos rechazó la oferta generosa y consistente del Gobierno y ahora toca explorar otras posibilidades", ha insistido Narbona que confía en que el resto de fuerzas políticas "demuestre un sentido de responsabilidad para estar dispuestos a hablar con Sánchez" y evitar que España vaya a unas segundas elecciones en noviembre.
En declaraciones a los medios en la sede del partido en Ferraz, Narbona ha explicado que Sánchez se va a dirigir a todos los líderes de los partidos políticos para "abrir un espacio de conversación y aproximación" e intentar alcanzar acuerdos, por lo que les ha instado a "no poder barreras".
¿Y un pacto programático con Iglesias?
Preguntada por qué le parece la propuesta de Izquierda Unida en la que pide a Unidas Podemos que apoye a Sánchez sólo con un pacto programático, Narbona ha destacado que esa oferta fue "lo que el PSOE ofreció a UP al inicio del último proceso" de negociación, pero ha preferido ser prudente y esperar a ver "hasta dónde cambia la posición de Unidas Podemos" en estos dos próximos meses.
El nuevo truco del PSOE es exigirle a PP y Cs que le regalen la investidura, pero llega tarde y ambos se niegan en redondo
Además, la presidenta del PSOE ha avisado de que el programa socialista "sigue siendo la oferta programática" que hay sobre la mesa. Un programa "muy similar al de UP que ni siquiera se ha querido sentar a trabajar para ver en dónde se puede podrían hacer cambios", recoge Europa Press.
El Rey, sin prisa
Narbona ha asegurado que el Rey Felipe VI "va a estar el tiempo que considere oportuno" para iniciar una segunda ronda de consultas con los líderes políticos y hacer el encargo de formar Gobierno, pero mientras el PSOE va a intentar conseguir acuerdos para conseguir de nuevo el encargo del Rey.
"Vamos a trabajar para que el hasta ahora candidato Pedro Sánchez puede volver a ser el candidato con los suficientes apoyos para que no haya otras elecciones generales", ha recalcado la presidenta del PSOE para después insistir en que España necesita "ya" un Gobierno que tenga "la capacidad de abordar todas las urgencias que existen" en el país.
La oposición, en contra
Por mucho que se repita este mensaje, y más que lo hará en las próximas semanas, nada parece capaz de cambiar la posición de PP y Cs, en cuyos cuarteles generales ni se siente la responsabilidad de salir ahora al rescate de Sánchez, "Mister No es No", ni se teme la celebración de unas nuevas Elecciones Generales que, están seguros, penalizarían al líder socialista.
Ni algunas voces cualificadas dentro del PP, como la del presidente gallego Núñez Feijóo, sugiriendo un posible acuerdo con el PSOE si se explicita un programa claro; tienen más peso que la decisión oficial del partido, simbolizada en la negativa de Pablo Casado a reanimar a Sánchez.
Las palabras del líder regional solo reflejan una opinión personal, nada mayoritaria en Génova, que ni siquiera él podrá mantener mucho tiempo y pueden atender, en exclusiva, a prepararse el terreno para algo similar en sus propias elecciones: se da por hecho que Feijóo tendrá que seguir como candidato en Galicia, y la perspectiva de no revalidar una mayoría absoluta está muy presente.