El PSOE le echa cara y niega que le deba Navarra a Bildu mientras Otegi presume
Los socialistas intentan que el pacto con Bildu, sin el que no podrían gobernar Navarra, es una casualidad y no supone nada. Mientras, la nueva Batasuna se pavonea.
Las cifras no engañan: el PSOE perdió de largo las Elecciones ante Navarra Suma y, sin embargo, gobernará casi con total seguridad la Comunidad Foral gracias a Bildu, el partido que aún tiene en Pamplona como concejal al mismo edil de Batasuna que se negó, hace 20 años, a condenar el cruel asesinato del edil de UPN Tomás Caballero.
Pese a las evidencias numéricas, los socialistas intentan negarlo todo y que parezca un accidente. En un comunicado impulsado por María Chivite, futura presidenta, y asumido por Ferraz, los socialistas navarros intentan disimular que sólo pueden alcanzar el poder gracias a Bildu y que el partido de Otegi ya se ha pronunciado al respecto de apoyar a la candidata navarra con la misma fórmula que ya empleó con Sánchez: una abstención que, en la práctica, inclina la balanza hacia el PSOE, que de otra forma estaría en la oposición.
Para vender esa moto, el PSN ha afirmado que no ha mantenido "ninguna reunión ni diálogo con Bildu, ni como partido ni con intermediarios", para negociar sobre el Gobierno en Navarra y ha señalado que esta formación "no es un socio" de los socialistas.
El PSN ha asegurado en una nota, después de que EH Bildu haya propuesto a su militancia "posibilitar" la investidura de la socialista María Chivite como presidenta, que "el único compromiso" que tiene el partido es con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, fuerzas con las que ha alcanzado un acuerdo para la formación de Gobierno.
Reuniones con Bildu
Los socialistas han señalado que "si estas fuerzas se reúnen con otras, en ningún caso lo hacen como interlocutoras ni transmisoras de nada ni de nadie, de manera que el PSN no se siente vinculado por compromisos o conversaciones mantenidos por otros".
Pero lo cierto es que, pese a las coartadas, Chivite ha impulsado un acuerdo consciente de que solo le rendiría beneficios si lo apoyaba expresamente el nacionalista Geroa Bai y lo refrendaba la antigua Batasuna, y todo ello después de que los máximos dirigentes socialistas, desde Pedro Sánchez hasta Carmen Calvo o José Luis Ábalos, negaran hace apenas unos días que fueran a intentar quedarse con el Gobierno foral con el respaldo por acción u omisión de Otegi.