Máxima expectación en el PP: nadie sabe qué "revolución" anunciará hoy Casado
Ni los más cercanos al presidente popular saben a ciencia cierta qué decisiones presentará hoy en el Congreso, el Senado y el propio partido.
Un vicesecretario general de peso en el PP no sabía nada de su posible relevo en la dirección nacional del partido. Nadie le ha comunicado nada, ninguna conversación previa al respecto, y todo lo que sabe de su supuesta salida procede del aviso que le dio, el martes a primera hora, uno de sus más estrechos colaboradores: el rumor corría por la prensa, sin confirmación oficial alguna.
Esa escena resume la expectación que ha logrado crear Pablo Casado ante la Junta Directiva Nacional que este martes, en teoría, estaba reservada para presentar los nuevos portavoces del partido en el Congreso y el Senado: Cayetana Álvarez de Toledo y Javier Maroto, respectivamente, si las quinielas no fallan. Y si lo hacen, será más en la primera parte que en la segunda.
La incertidumbre se ha desatado ante la posibilidad, cierta pero no segura, de que Casado cambie parte de la dirección del PP, aún deudora de los pactos y las cuotas que tuvo que aceptar tras ganar el Congreso del partido e intentar pagar apoyos o cerrar heridas con todas las familias presentes en la batalla: la cuota gallega de Feijóo, la andaluza de Moreno, la castellanomanchega y algo más de Cospedal y, más tímidamente, la de Rajoy y Soraya.
Ahora no quedan grandes restos de aquellas divisiones, bien porque el tiempo lo mitiga todo, con ejemplos como el de la conversa Cuca Gamarra, bien porque Casado ha logrado una cohesión y liderazgo internos que hace unos pocos meses, y después de las Generales, parecían imposibles.
Casado lidera ahora un oasis, solo Feijóo lleva un poco la contraria, pero cuando lo hace rema en solitario
Hay pocos versos sueltos, y los que hay o no está para tirar cohetes, caso del vasco sorayista por antonomasia, Alfonso Alonso, o se están achicharrando en un viaje incierto que tenía por objetivo Madrid pero va a tener que seguir discurriendo por Galicia o terminar: ése es Feijóo, el único que ha llevado la contraria a Casado, tímidamente, en lo relativo a entenderse con Pedro Sánchez. Nadie le ha seguido. "Se ha quemado un poco", reconocen en Génova a ESdiario.
Acunulación de funciones
En ese contexto, con un Casado suelto y más ocupado en ver si suena la campana y algún milagro le hace presidente junto a Cs con la abstención del PSOE -nadie lo ve posible, pero el relato es bueno- o se rubríca un pacto con Podemos o se convocan Elecciones; algunas cosas sí parecen claras.
Habrá relevos en la dirección de quienes siguen sintiéndose más deudores de un barón regional que del propio presidente y de quienes acumulan funciones difíciles de compatibilizar. O no. Todo es una incógnita, pero el misterio se desvelará en horas.
Donde sí habrá algo más que retoques es en las dos Cámaras, tanto en las portavocías cuanto en la presidencia de las comisiones, alguna tan importante como la de Interior, y en la logística: en la secretaría general del grupo parlamentario en el Congreso, por ejemplo, sería toda una sorpresa que no entrara Isabel Borrego.
La elegida por Casado, salvo sorpresa de última hora, posee un largo currículo político que incluye la secretaría de Estado de Turismo con Rajoy, la concejalía de Urbanismo en Pozuelo y puestos clave en el Gobierno Balear de Jaume Matas, hoy un proscrito en el PP por sus condenas y escándalos judiciales.