El dato que pone los pelos de punta a las víctimas y la cara roja a Sánchez
Los colectivos de víctimas del terrorismo documentan el número de homenajes de Bildu a los pistoleros que salen de la cárcel y abochornan al PSOE y a La Moncloa.
Lugares, protagonistas, pasividad de las autoridades competentes... Covite, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, ha cifrado en 331 los actos de enaltecimiento del terrorismo que, según asegura, se han cometido en las calles de los pueblos de la Comunidad Autónoma Vasca y de Navarra "en apenas tres años". Por ello, ha "implorado la protección del Estado de Derecho".
La Asociación, que contabiliza los actos que se celebran a favor de miembros de ETA o de la organización terrorista de los que tiene conocimiento, ha afirmado que en los últimos tres años se han realizado 331. De ellos, 130 son homenajes, 85 pintadas, 39 iniciativas en fiestas populares, 30 manifestaciones a favor de la amnistía de los reclusos, 12 'jornadas de lucha' y otras 36 actuaciones diferentes.
La mayoría, 123, han tenido lugar en Gipúzcoa, 90 en Vizkaia, 76 en Navarra, 31 en Álava y una docena en otras provincias o en el extranjero. En lo que va de 2019, se han celebrado 17 homenajes a miembros de la banda en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral, según ha asegurado Covite.
La Asociación de damnificados de ETA ha lamentado que los jueces de la Audiencia Nacional hayan archivado "muchas denuncias bajo el argumento de que estos actos no humillan a las víctimas". "Si los jueces de la AN escuchasen a las víctimas del terrorismo, comprobarían que están equivocados. Los homenajes públicos a los terroristas de ETA sí humillan a las víctimas", asegura.
En este sentido, destaca el hecho de que el 21 de diciembre de 2017 el miembro de ETA Francisco Javier Balerdi fuera homenajeado en San Sebastián, "ciudad en la que mató a cinco personas", precisamente "bajo la casa de una de sus víctimas".
"Incluso simularon el ruido de los siete disparos, uno por cada asesinato, pero, para la Audiencia Nacional, esto no fue una humillación, sino una 'manifestación de alegría'", ha añadido.
Covite ha asegurado que "estos homenajes quiebran la confianza, destruyen los puentes y provocan nuevas heridas que se suman al vacío, la soledad y al silencio de muchas víctimas que estamos en la sociedad vasca".