Los militares de Vox meten en el primer serio aprieto a Robles con la Legión
El partido de Santiago Abascal sigue acorralando al Gobierno con sus iniciativas. Esta vez quiere saber si Defensa ha gastado millones de euros en un pedido fundamental sin garantías.
Margarita Robles ya sabe lo que se le avecina con el nuevo portavoz de Defensa de Vox, el general Agustín Rosety. Ya tiene sobre la mesa de su despacho, la primera iniciativa del partido de Santiago Abascal en esa área.
Vox ha pedido al Gobierno todos los detalles sobre el contrato de compra de 348 vehículos de combate sobre ruedas VCR 8x8 por más de 2.000 millones de euros para el Ejército de Tierra que autorizó el pasado mes de julio el Consejo de Ministros, pese a que las Fuerzas Armadas no hayan podido probar su funcionamiento previamente.
En concreto, la secretaria general de Vox en el Congreso, Macarena Olona, ha registrado una iniciativa parlamentaria para tener acceso a "todos los expedientes de contratación" relacionados con el programa 8x8, que se remonta al año 2007, cuando el Gobierno de entonces tomó la decisión de renovar toda la flota de blindados tras un atentado en Líbano en el que murieron seis militares.
Pese a que el proyecto cuenta con más de diez años, la fabricación de los nuevos blindados para el Ejército de Tierra ha sufrido numerosos retrasos. El último ha sido el de la recepción de cinco demostradores que debían ser probados por la Legión en Almería, que ha vuelto a demorarse al próximo mes de noviembre.
En este escenario, el Ejecutivo tomó la decisión el pasado 12 de julio de dar el visto bueno al contrato de suministro de fabricación de los nuevos vehículos. "Lo curioso es que este contrato se ha aprobado sin esperar a que La Legión haya podido probar el funcionamiento de los cinco demostradores", ha destacado la diputada de Vox, quien se pregunta "dónde está la urgencia".
El Gobierno adjudicó la fabricación a la empresa Santa Bárbara Sistemas al considerar que es la única opción con capacidad industrial suficiente para atender el objeto del contrato de suministro de fabricación, con las empresas INDRA y SAPA como subcontratistas de primer nivel.