El renacer de Pérez, el ingrediente aguirrista en un cóctel dominado por Ayuso
Ayuso ya controla por completo el Gobierno y pronto el PP madrileño, y en ese viaje cuenta con un renacido David Pérez, hombre clave del aguirrismo ahora a las órdenes de la presidenta.
Nada más tomar posesión Isabel Díaz Ayuso, todas las miradas se centraban en un hombre, de nombre David Pérez. Portavoz en la Asamblea con Esperanza Aguirre y alcalde de Alcorcón, fue el número dos de la flamante presidenta en las Elecciones Autonómicas y sonaba como consejero de Presidencia o vicepresidente incluso.
Lo segundo se supo imposible tras el pacto con Ciudadanos, que incluía ese puesto para Ignacio Aguado. Y de lo primero, nadie tenía noticias. Ni él mismo, tal y como ha podido confirmar ESdiario: hasta bien avanzada la noche, ni el aludido conoció que su destino sería finalmente la Consejería de Vivienda y Administración Local, una cartera en apariencia menor pero muy relevante: de él, antiguo regidor, dependerá las relaciones de la Puerta del Sol con todos los alcaldes de Madrid.
Es un puesto muy político que confirma la resurrección de un clásico de la política madrileña, confinado ocho largos años en un destino políticamente próximo al avispero: una alcaldía popular en el corazón del llamado Cinturón Rojo de Madrid. Fue un suplicio por la oposición, pero una bendición para sacudirse su primer paso por la política autonómica.
Ahora Pérez vuelve, más sosegado, pero con un mismo objetivo: representar al PP más pata negra, el de las esencias, en un Ejecutivo marcado por la personalidad más centrista de Ayuso, que ya ejerce de presidenta de la moderación con un tono institucional que calme unas aguas con seguridad agitadas: todo el mundo sabe que, a la primera de cambio, Madrid será una hoguera y las mareas blancas, verdes y multicolores volverán.
Ayuso no quiere la bicefalia y lo normal es que sintetice la presidencia de la Comunidad con la del PP madrileño
El nuevo consejero no sabía cuál sería su cartera solo ocho horas antes de que le designaran, pero ahora con el puesto garantizado será determinante en la acción de Gobierno. "Haré lo que diga la presidenta", explicaba en Sol a ESdiario, distanciándose de la imagen de hiperliderazgo que algunos amigos habían vendido para sembrar tal vez cizaña.
Adiós Cifuentes
Su peso en el Ejecutivo madrileño confirma que, de haber algún ingrediente más allá del ayusismo, éste está más cerca de Aguirre que de Cifuentes: el toque de la expresidenta, la única de los populares elegidos en las urnas que no acudió a la toma de posesión, o está en Ciudadanos con Ángel Garrido o se ha quedado fuera, caso del exconsejero de Cultura, Jaime de los Santos.
Nada hará ya sombra a Díaz Ayuso, a la que se da también por próxima presidenta del PP madrileño según fuentes de su entorno pese a las cábalas sobre una supuesta bicefalia, y mucho menos Cifuentes. En ese cóctel, Pérez pondrá la pimienta, su especialidad desde hace 20 años.