El Open Arms se ríe de España pero no de Italia, que inmovilizará el barco
La Guardia Costera italiana ha detectado "anomalías graves" en la embarcación, que fue incautada por un fiscal siciliano que ordenó el desembarco en Lampedusa de los migrantes a bordo.
La del martes pasado podría ser la última vez que el Open Arms rescata inmigrantes en alta mar. A las posibles sanciones -de hasta 900.000 euros- que podrían imponer a la ONG responsable del barco el Gobierno español, se suma ahora la contundente decisión adoptada este miércoles por las autoridades italianas: la embarcación, que fue incautada por orden de un fiscal siciliano, ha quedado inmovilizada.
El motivo no es otro que el Open Arms tal y como aseguran fuentes de la Guardia Coster Italiana, ha arrojado “anomalías graves” tras la inspección realizada en la embarcación. Una posibilidad que inquietará más al responsable de la ONG, Óscar Camps, que las amenazas de multa esgrimidas por Carmen Calvo esta misma semana.
Al respecto de éstas, Camps mostró una absoluta indiferencia en una entrevista en el programa "Todo es Mentira" de Cuatro, donde resto importancia a esa posibilidad y defendió el derecho a desplegar su labor en las costas cercanas a Libia.
Así, los análisis realizados en las últimas horas habrían detectado "una serie de anomalías graves relativas a la seguridad de la navegación, al respeto de la normativa en materia de protección del ámbito marino y al entrenamiento y familiaridad de la tripulación con los procedimientos de emergencia", según la Guardia Costera.
Dichas anomalías implican "el inmediato cierre administrativo" del barco, a la espera al menos de que se subsanen "las irregularidades técnicas y operativas" detectadas durante la inspección, reza el comunicado.
El fiscal de Agrigento, Luigi Patronaggio, también ha solicitado este jueves al juez de instrucción de esta ciudad siciliana que confirme el secuestro preventivo del 'Open Arms', que desde la víspera se encuentra en Porto Empedocle tras desembarcar el martes en Lampedusa a los 83 migrantes que tenía a bordo.
El cupo español
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha indicado que España acogerá a 15 migrantes del buque humanitario Open Arms, según el reparto que se hizo inicialmente en el que estaba Rumanía.
"En principio, el reparto que hicimos incluyendo a Rumanía, eran 15, suponemos que ese será el reparto que se va a mantener", ha precisado Calvo en declaraciones a los medios en el marco de su visita este jueves 22 de agosto a un centro de acogida humanitaria para mujeres africanas y sus hijos en Córdoba.
El pasado 15 de agosto, seis países de la Unión Europea se ofrecieron para acoger a los migrantes rescatados en el Mediterráneo por el buque de la ONG Proactiva Open Arms. Entre ellos, estaban Portugal, España, Francia, Alemania, Luxemburgo y Rumanía. Si bien, posteriormente, se descolgó de la lista Rumanía ya que con los otros cinco países se cubrían las necesidades.
La vicepresidenta del Gobierno ha insistido en que en ese primer reparto con Rumanía, la cuota prevista para España era de 15 personas. "Les traeremos a nuestro país en una respuesta humanitaria que el presidente inició cuando nuestro buque salió de Rota", ha subrayado.
Otro Open Arms ya
El final de la crisis del Open Arms podría dar lugar a la apertura de otra nueva crisis humanitaria en el mar con los migrantes como protagonistas. El barco 'Ocean Viking', con 356 migrantes y refugiados a bordo, solo tiene suministros de comida para los próximos cinco días, han alertado este jueves Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, las dos ONG responsables del buque.
"Solo nos quedan cinco días de raciones estándar de alimentos", ha avisado en Twitter MSF, que ha recordado que los "supervivientes" a bordo llevan 13 días a la espera de un puerto seguro que no termina de llegar. Los médicos han denunciado el "rápido deterioro" de la salud mental de todos ellos.
El jefe de Open Arms pasa de las amenazas de España, pero tendrá más difícil sortear las decisiones de Italia
Las ONG del 'Ocean Viking' solicitaron el pasado 13 de agosto a las autoridades marítimas maltesas e italianas que asumieran la operación, tras lo cual Malta ha respondido negativamente argumentando que el rescate se produjo en aguas que no son de su competencia e Italia no ha contestado de manera formal, según MSF.
La situación amenaza con derivar en un nuevo pulso político a cuenta del lugar dónde podrían desembarcar los 356 migrantes y los países que se harían cargo de ellos, tal como ya ocurrió en las últimas dos semanas con el barco de la ONG española Proactiva Open Arms, que terminó atracando el martes en Lampedusa tras una orden urgente de la Fiscalía siciliana.