Casado lanza una operación contra el liderazgo de Alonso vía "País Vasco Suma"

La hipótesis de un País Vasco Suma a imagen y semejanza del modelo navarro de coalición entre UPN, el PP y Ciudadanos amenaza con romper los pocos puentes que quedan entre Pablo Casado y Alfonso Alonso. Barón, este último, que no goza de la confianza de la dirección nacional.

El movimiento de Beatriz Fanjul, la presidenta de Nuevas Generaciones en el País Vasco y una dirigente muy próxima al líder del PP, ha puesto a Alonso contra las cuerdas. Obligándole a replantear todo el proyecto del PP vasco de cara a la Convención que los populares celebrarán en Vitoria los días 14 y 15 de septiembre.

Fanjul ha abierto en canal el debate sobre la conveniencia de una alianza con Cs, e incluso con Vox, a tenor de la caída en picado del PP vasco, que en las elecciones generales ni siquiera fue capaz de revalidar el escaño de Javier Maroto (ahora reconvertido en senador por designación de las Cortes de Castilla y León).

"El PP vasco se ha ido quedando sin votantes", exponía Fanjul en un durísimo artículo de opinión este martes. Y un día después, en la COPE, urgía a Alfonso Alonso a abrir ese debate para construir una "alternativa útil". A riesgo de desaparecer si no se hace.

"Son más las cosas que nos unen que las que nos separan", insistía la que fue cabeza de lista del PP por Vizcaya, recordando la trayectoria de Santiago Abascal en NNGG del País Vasco y la de Albert Rivera en las de Cataluña.

Casado junto a la presidenta del PP de Vizcaya (a la derecha) y la de NNGG en el País Vasco.

Pero Alonso y su guardia de corps no ven con buenos ojos la jugada que está haciendo Casado a través de su mujer de confianza en el País Vasco. Jugada que ha puesto a prueba las débiles costuras del PP vasco, donde cada vez son menos y peor avenidos.

El líder de los populares vascos se escuda en que la oposición de Cs al cupo y el concierto vascos hace inviable a día de hoy una coalición, salvo que los de Albert Rivera aceptaran la foralidad de la noche a la mañana. Y siempre y cuando Vox se quedara fuera de dicha alianza, esto último sin discusión.

Las reticencias de Alonso han sido refrendadas por los presidentes del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal, y de Guipúzcoa, Borja Sémper. Este último no ha dudado en exponer públicamente sus peros a País Vasco Suma: "Nadie puede dudar, y a nadie se le escapa la trayectoria de la marca PP en el País Vasco, que evoca y tiene una personalidad muy definida y muy clara", ha afirmado.

Pero no, sin embargo, por la líder del partido en Vizcaya, Raquel González, mujer de la confianza de Casado (está en el Comité Ejecutivo Nacional del PP).

A la presión interna para Alonso se suma la externa: Ciudadanos ha abierto la puerta a dicha coalición porque "el constitucionalismo en Euskadi vive una hora complicada", en palabras de su portavoz en el País Vasco, Luis Gordillo.