Calvo vuelve a situarse como negociadora jefe pese a sus broncas con Podemos
La vicepresidenta en funciones asumirá de nuevo las riendas de las conversaciones con Unidas Podemos, lo que no ha sentado nada bien a los morados dado su historial en el pasado reciente.
Pedro Sánchez ya ha designado al equipo negociador que, en teoría, ha de avanzar hacia un acuerdo con Unidas Podemos. Y nuevamente al frente de éste ha situado a Carmen Calvo, con María Jesús Montero y Adriana Lastra como escuderas, para sorpresa de los morados.
El equipo de Pablo Iglesias se malicia que el hecho de que el presidente en funciones haya vuelto a encomendar la tarea a su polémica vicepresidenta es la señal más inequívoca de que Sánchez, en realidad, no quiere negociar nada. Solo tratar de imponer sus condiciones.
Porque Calvo no es, precisamente, el colmo de la diplomacia, y eso lo saben hasta los suyos. O mejor dicho: principalmente los suyos, dado su fuerte carácter y su poca mano izquierda. De hecho, durante la negociación de julio con el equipo formado por Pablo Echeniche, Ione Belarra y Noelia Vera la número dos del Ejecutivo tuvo encontronazos de altísimo voltaje. Especialmente con el primero.
Con el añadido de que ahora está herida en su orgullo después de que la semana pasada Unidas Podemos forzara su comparecencia en un pleno extraordinario para hablar de la crisis del Open Arms. Lo que dejó la imagen de una vicepresidenta del Gobierno de España llevada a rastras al hemiciclo.
Allí mismo ya la emprendió contra los morados, y especialmente contra la portavoz de Unidas Podemos durante la baja de maternidad de Irene Montero, Ione Belarra: "Señora Belarra (...) soy la misma Carmen a la que algunas mañanas temprano llamabas, y yo te atendía con mucho gusto, para hablar de algunos asuntos que te preocupaban en materia migratoria donde nuestros criterios eran los mismos. Soy la misma".
Sánchez en una reunión de su Ejecutiva este lunes.
Este mismo lunes, Calvo estrenó la semana con un nuevo cañonazo a los de Iglesias, lanzado desde Los Desayunos de TVE. Allí, la vicepresidenta en funciones rebautizó a Unidas Podemos como la "izquierda minoritaria", lo que provocó un enorme enfado en la sede morada. Y además advirtió a su supuesto socio preferente de que no tolerarán ni una sola "imposición".
Las delegaciones
La número dos del Ejecutivo cuenta con la confianza de Sánchez, aunque tiene no pocos enemigos en La Moncloa y en el partido. Empezando por el jefe de Gabinete del presidente en funciones, Iván Redondo, a quien se le atribuyó la operación que hubo en abril para intentar apear a Calvo de la Vicepresidencia del Gobierno y enviarla a la Presidencia del Congreso.
Así pues, con ella van a tener que verse las caras de nuevo Echenique, Vera y Belarra, así que el tira y afloja promete más momentos de mucha tensión.
En realidad, Sánchez mantuvo a Calvo al margen de las negociaciones con Unidas Podemos hasta bien entrado el proceso de julio. Concretamente, hasta que Iglesias dio un paso atrás en respuesta al órdago que le había lanzado el socialista en La Sexta situándolo como el principal escollo para que hubiera un gobierno de coalición.
Aquello acabó como acabó y ahora Calvo vuelve a estar al mando. A ver qué sale de ahí.