Las batallas que se libran y se van a desatar por la guerra en Telemadrid
El ente público emprende una campaña contra la presidenta regional por cuestionar que el gasto millonario sea una prioridad. Pero la historia viene de largo y es ésta.
"El director general y el de Informativos de Telemadrid forman parte de una trama de contratos irregulares que arrancó cuando presidía el tránsfuga Garrido. Se les ponen difíciles las cosas. A los tres". No es un mensaje cualquiera, y no lo ha dicho cualquiera.
El autor es Miguel Ángel Rodríguez, principal asesor de Isabel Díaz Ayuso hasta su designación como presidenta de la Comunidad de Madrid y, aunque ahora no ocupa ningún puesto y está fuera del organigrama del Gobierno, sus palabras reflejan el profundo malestar de la Puerta del Sol con el ente público autonómico y sus responsables máximos.
Tampoco es un brutal ramalazo, sino el clímax de una situación prebélica desde hace meses, quizá de toda la legislatura pasada, con la orientación editorial de una televisión que, durante cuatro años, el PP ha visto alineada siempre con la izquierda: no en vano se refieren a la cadena madrileña como "La Sextita", en referencia a su línea ideológica y, también, a su modesta audiencia.
La guerra, silenciosa hasta ahora, se libra ya en público después de que Ayuso se replanteara la continuidad de Telemadrid y dudara de su eficacia como servicio público, relacionando su coste con su escasa audiencia: pocos programas alcanzan siquiera los 50.000 espectadores, pero el esfuerzo para los contribuyentes supera cada año los 80 millones de euros. Es un debate legítimo, al menos plantearlo, pero en la casa no ha sentado bien, aunque en el PP no dejarán de plantearlo, según explican fuentes del partido a ESdiario.
Tan es así que, en una decisión sin precedentes, Telemadrid ha emprendido un ataque notorio contra la máxima responsable de la empresa, la propia presidenta, en su calidad de representante de la única propietaria de la televisión y radio madrileñas, la Comunidad de Madrid: desde hace días, los anuncios promocionales del ente, y sus principales comunicadores, se han convertido en una respuesta abierta a Ayuso, sin ninguna autocrítica.
Y el cénit lo ha alcanzado un programa de Telemadrid, emitido en la noche del sábado y presentado por Berta Collado, en el que directamente se burlaban de la presidenta regional por expresar una opinión que, en realidad, está bastante extendida en toda España: el debate sobre la necesidad y el coste de las televisiones públicas, a menudo aparatos de propaganda política, es viejo y siempre permanece abierto.
Telemadrid dirige insólitos mensajes directos a Ayuso, desde sus promocionales hasta en programas
"Esperamos que paséis un rato entretenido y que le guste a quien le tiene que gustar y no acabemos todos en madrileños por el mundo. Desde aquí un beso Isabel, presidenta de la Comunidad, esperamos verte pronto, que nos visites, ya sabes que ésta es tu casa, pero así, literalmente", se burló Collado en el espacio en cuestión.
Para rematar, el espacio incluyó otra caricatura del alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, con un actor que imitaba al dirigente de Vox Ortega Smith, a quien hacían llamar "chiquitín" al regidor y le presentaban como un personaje infantil y devoto del vino.
Son las gotas que colman un vaso lleno poco a poco durante cuatro años, a juicio de los populares. Lo curioso es la contundente respuesta de quien, hasta su investidura, iba al lado y guió a la ya presidenta regional: lejos de ser una crítica política, ha elevado la polémica a un rango jurídico y administrativo que deberá ser explicado y genera una tormenta interna.
Llueve sobre mojado. El máster de Cifuentes ocupó mucho más espacio que la tesis de Sánchez; periodistas como Antonio Martín Beaumont, director de ESdiario, abandonaron en directo un programa por la tendenciosidad de su escaleta; Esperanza Aguirre se quejó en directo de la falta de imparcialidad y todos los fichajes de Telemadrid en estos años han venido o se han marchado a Cuatro o La Sexta, citan fuentes de la casa.
Son otros ejemplos, entre tantos otros que se citan internamente: desde el fichaje de la práctica totalidad del equipo de Las Mañanas de Cuatro hasta la incorporación del director de informativos de la televisión extremeña de Fernández Vara, pasando por las contrataciones que ahora denuncia Rodríguez o la extraña demora en la renovación del Comité de Empresa de Telemadrid, alineado con el director general, procedente de Trece TV y designado en tiempos de Cifuentes.
Muchas polémicas previas
Rodríguez es la punta del iceberg. La tensión excede de su ámbito personal y sugiere una confrontación directa con el director general, José Pablo López, objeto ya de algunas polémicas mediáticas por las adjudicaciones de contratos a determinadas productoras y por su apuesta por una línea de oposición al PP. ¿En qué acabará?
No se sabe, pero la paz en Telemadrid ha terminado y desde dentro de la casa lo han evidenciado al movilizarse contra Ayuso con un contundente primer golpe nada sutil y una respuesta, aún más frontal de quien fue su principal asesor. Es el primer capítulo del choque y, a lo que se ve, no será el último.