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El PSOE entra como elefante en el Gobierno de La Rioja y coloca a medio partido

La socialista Concha Andreu ha creado una estructura mastodóntica para una región de solo 300.000 habitantes y ha sumado 15 nuevos altos cargos a los que tenían su antecesor del PP.

Concha Andreu observa cómo toma posesión su nuevo Gobierno.

Publicado por
Laura Moro

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El PSOE no pudo arrebatar al PP la Comunidad de Madrid, ni Castilla y León, y tampoco Murcia. Su premio de consolación fue ver a la socialista Concha Andreu investida presidenta de La Rioja después de 24 años de gobiernos del PP.

Y lo están exprimiendo. Vaya si lo están exprimiendo. Los socialistas han entrado como elefante en cacharrería en el Gobierno riojano y han creado una estructura mastodóntica para una región en la que viven poco más de 300.000 personas.

Andreu acaba de dar los últimos retoques a su Ejecutivo, compuesto por la Presidencia y nueve consejerías, y casi no queda miembro del PSOE de La Rioja por colocar. El número de altos cargos ha crecido sustancialmente hasta la cifra de 56, frente a los 41 del anterior Gobierno, presidido por el popular José Ignacio Ceniceros.

De una tacada son 15 sueldos VIP más a cargo de las arcas riojanas. Pero lo más chocante han sido las explicaciones dadas por el portavoz del Ejecutivo, Chus del Río. Según él, este nuevo organigrama inflado responde a "las reivindicaciones", e incluso "exigencias", de la sociedad riojana.

De entre los afortunados, la mayoría son socialistas, empezando por el secretario general del PSOE de La Rioja, Francisco Ocón, nuevo consejero de Gobernanza Pública. Aunque también hay algunos independientes.

En La Rioja no hay un gobierno de coalición como en Madrid, Castilla y León y Murcia, sino uno del PSOE con una única consejería en manos de Unidas Podemos, la de Participación, Cooperación y Derechos Humanos, a la que se han incorporado tres altos cargos además de la consejera, Raquel Romero.

Entre ellos, y como ya contó ESdiario, Mario Herrera, nuevo director general de Participación, que en el pasado llamó a María Dolores de Cospedal "zorra" y "víbora", entre otras lindezas.