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La factura del "capricho" de Sánchez: esta es la millonada que costará el 10-N

140 millones de euros. Este es el cheque que van a tener que abonar los españoles por la repetición electoral. Y de ellos, casi 50 van destinados a los partidos que no han hecho su trabajo.

Pedro Sánchez e Iván Redondo, el ideólogo de la repetición electoral.

Publicado por
Miguel Blasco

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No se puede decir que Pablo Iglesias se lo haya puesto fácil a Pedro Sánchez desde el 28-A. Ciertamente. Pero también es cierto que en el último tramo de la negociación entre el PSOE y Podemos, a La Moncloa se le han visto las costuras.

Es decir, que desde hace tiempo, el líder socialista y su estratega en jefe, Iván Redondo, han apostado por la repetición electoral para tratar de ganar apoyos, dan un mordisco a los morados y poner en una situación comprometida a Ciudadanos de cara a una necesaria abstención en noviembre.

A cuatro días de que Felipe VI tenga que tomar una decisión tras escuchar a los líderes parlamentarios, todo apunta a una nueva cita con las urnas el 10 de Noviembre. En parte, obligado Sánchez por la coyuntura política; en parte también por puro interés electoralista.

En cualquier caso, la llamada a votar a más de 36 millones de españoles no va a salir gratis. Más aún, va a suponer una onerosa factura en un momento delicado, presupuestariamente y económicamente hablando.

En concreto, el capricho de Sánchez e Iván Redondo se refleja en el cheque a pagar: más de 138 millones de euros. Eso es lo que le costó a las arcas públicas el 28-A.

Pablo Iglesias, otro naufragio en una negociación electoral. Y van... dos.

Esa cantidad que deberemos volver a desembolsar, tiene varios capítulos. Uno de logística, otros partidistas que, a buen seguro, van a indignar a millones de españoles.

De la partida que el Ministerio de Hacienda ya prepara para el 10-N, hay que enumerar los casi 13 millones para gasto en papeletas, preparación de colegios y mesas y difusión electoral.

Otros 55 millones de euros costará el despliegue policial y la inversión de la Oficina de Censo Electoral. Más de 40, irán a Correos; y más de 12 a las campañas institucionales en medios de comunicación.

La partida más polémica, unos 45 millones, están reservados para los gastos de los partidos que concurran a las urnas.

Eso sí, como ocurrió en las elecciones del 26-J de 2016, se espera un ejercicio de austeridad de las formaciones. Entonces, la segunda campaña se redujo a la mitad y las formaciones usaron la misma cartelería y material que en los comicios del 20-D de 2015. Y es que, como diría el clásico, no está el horno para bollos.

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