Ana Julia Quezada, hundida y llorando, pronuncia su último alegato en el juicio
La suerte para la asesina confesa del niño Gabriel Cruz está echada. Y una condena de prisión permanente revisable está en juego. Este ha sido su alegato final.
Visto para sentencia. Y cuenta atrás para una previsible condena a prisión permanente previsible por uno de los crímenes que más ha conmocionado en los últimos tiempos a la sociedad española. La palabra la han tenido hasta este martes, las pruebas. A partir del miércoles, la tienen los miembros del jurado popular encargado de buscar una sentencia contra Ana Julia Quezada.
Y Quezada ha hecho uso de su derecho a la última palabra y ha dicho ante el jurado popular que debe decidir sobre su culpabilidad que pide "perdón" a "toda persona a la que haya podido hacer daño con mi acción".
"Pido perdón a todo el que se haya podido sentir mal por lo que yo hice y solo espero que Dios me perdone", ha trasladado entre lágrimas y sollozos, sentada en una silla ante la magistrada-presidenta del tribunal, Alejandra Dodero.